LA INEFICACIA DE LOS CONSEJOS #MICROCUENTO
—¿Qué va a tomar el señor? —Camarero.
—Lo mismo que aquella señorita
que se sienta al lado del ventilador. —Cliente incauto.
—Señor, le advierto
qué…—Camarero.
—De advertencias estoy lleno.
Limítese a ejecutar el pedido. —Cliente.
—Bueno, yo lo he intentado,
usted verá…—Camarero.
La camioneta de la morgue,
negra como el horizonte del finado, recogió al insensato que, había quedado
doblado cual servilleta sobre la silla.
No desestimes el consejo de un
camarero; su intencionalidad, a veces es sana.
Y encima son psicólogos. Lo que no sepa un camarero o barman, no lo sabe nadie.
ResponderEliminarTienen la habilidad de un confesor sin la perversidad clerical.
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