Entradas

Mostrando entradas de 2021

LEONAS

Imagen
El mejor regalo que su abuela le hizo fue enseñarla a leer. Desde que la magia de las letras hizo nido dentro de ella, esperaba el momento del día en el que, sumergida en los mundos escritos quedaba abandonada en ellos perdiendo por completo el sentido de la realidad habida alrededor. Manuela mantuvo hasta el final de sus días esa tradición; con los años el cuerpo había ido cambiando su forma, su columna se retorcía cada año como si de un viejo árbol se tratara, pero a pesar de lo dilatado de su espacio, nuevos brotes surgían en él. El deseo de Manuela era vivir otros cien años para seguir leyendo todo lo que el periodo restante no concedería a terminar los muchos libros que quedaban pendientes. Leía libros, revistas, periódicos, pancartas…todo lo que caía al paso, lo encontrado, lo buscado, lo rebuscado y lo que a veces aparecía por arte de birlibirloque. —Eres una leona, Manuela. —Le decía con irónico cariño su bibliotecaria. —Sí, pero yo cuido a mis crías más de lo que h

REDENCIÓN

Imagen
Orestes de Balbuena-Ortiz de la Cara Azul, Conde de las marismas y de otros tantos lares, a punto está de rendirse ante el señor con vestido y capa roja que quiere arrojarle a un sempiterno confinamiento. A través de sibilinas proposiciones, el señor de rojo intenta convencerlo de que su redención servirá como ejemplo cristiano para futuras generaciones, dotando a estas de un modelo a seguir: el suyo. —Puedo redimirte por el módico coste de una bolsa de maravedíes, si bien con la premisa hecha de que de caer otra vez en tus despropósitos serás juzgado de nuevo, esta vez sin redención. —Antes muerto que rendido. Usted y toda su corte se pueden largar por el camino que conduce y termina en el barranco de los Desoídos . Yo, de aquí y de mis propósitos no me muevo un ápice. ¡Pardiez!   Era en esa época en la que las religiones –unas más que otras, pero casi todas a la par- dominaban la vida de los seres, los humanos y los otros…razón por la cual amén de su cerrazón recalcitrante a

CAMINANDO POR LAS POSTINERAS CALLES DE MADRID. —La belleza de lo feo—.

Imagen
Mañana de recados por el barrio -según dicen por ahí- más postinero de Madrid. Calles donde el lujo se mezcla con la miseria de un colchón tirado entre puertas pintarrajeadas de una sucursal dineraria venida a pique. Aceras mullidas, pasos sin prisa; aquí el tiempo tiene otro sabor, otro olor, otro pasar. Hotel de superlujo con terraza acorde. Señor con estética –al menos el perfil exterior da para pensar- de mandamás. Vestido para la ocasión, porque si algo tiene este barrio es su superioridad en el atuendo: nada fuera de sitio; todo conjuntado, atado y bien perfumado.  El señor aseñorado, se sienta a una de las lujosas mesas en la terraza del lujoso hotel con su copa supongo de Martini o semejante, es la hora del aperitivo. A sus pies sentado en una minúscula banqueta otro señor: este sin la manicura hecha, aunque posiblemente sus manos, estén limpias de todo a pesar de la inmersión betunera de años grabados en ellas. Mientras el señor que limpia y da esplendor, el pez gordo repantin

EL TREN DE LAS 24:49

Imagen
Sentada sobre las desgastadas losas de aquel andén por el que en sus buenos tiempos se había deslizado media humanidad y, ahora, apenas si asomaban un par de mochilas despistadas a la semana. Aspiraba un cigarro como si con cada inhalación pudiera conseguir tragarse el escenario que rodeaba la vieja estación a la espera del tren de las 24:49. Impaciente, abandona su rudo asiento y se dirige al guardián que desde su garita intenta hacerse con el control de la estancia. Le pregunta por el tren de las 24:49, si llegará en hora, si acaso se retrasará o… —El tren de las 24:49 ya pasó. Hace exactamente 24:49 horas. ¿Acaso usted no controla el tiempo? —No. —Tendrá que volver cuando el reloj marque de nuevo las 24:49. —¡Qué absurda puta hora! ¿Quién fue el inventor de este enrevesado horario? ¿Cómo voy a saber si me paso de hora o no llego? —Es un horario inventado a conveniencia del autor. Si no le gusta, busque otra estación. Otro tren. Otro viaje. De repente como una exhalació

SALVAJE

Imagen
El lugar perfecto; el refugio perfecto en el cual vivir todas las vidas que no nos serán otorgadas, todas las fantasías al alcance de los ojos que recorren el avispero que guarda en cada una de sus celdillas, una sucesión de puntos unidos entre sí, creando historias interminables. El lugar de los sueños. El lugar del olvido. El lugar de cada uno de los recuerdos acumuladores de vida. Un lugar mágico que huye de antorchas, de vicios iletrados, de sabiondos con ínfulas de escritores fracasados, de novelistas autonovelados; de las más bellas historias; de las suculentas crónicas salpicadas de hechos más soñados que reales; relatos fundidos con la capa de moho que el tiempo y la dejadez retuvieron al fondo de un oculto estante.   El rumor salvaje de un chisporroteo acabará por silenciar para el devenir, todas las voces que hasta el momento yacían mudas, para siempre, bajo el resplandor ígneo, devorador de letras, ansioso por obtener para sí todo lo que jamás de forma alguna habría podido

«LO SIENTO»

Imagen
Siento haber perdido el tiempo entre bastidores mirando sin actuar, esperando que la gota fría del entreacto atrajera para sí un sol derretidor, acompasando la cálida sonrisa que dibujara un rictus perfecto en tu cara. Siento que perdí el tiempo en la contemplación de una nube engañosa que guardó para sí su contenido sin derramar ni una lágrima. Siento que perdí mi tiempo en el confort que proporciona actuar por omisión, y así, sin mover pestaña, asentarme en el sillón perfecto de un victimismo acomodaticio a mi cobardía. Siento no haber visto detrás de tus ojos la llamada; siento haber perdido en los míos la capacidad de ver el llanto derramado en baldío. Siento que me perdí en el verso vacío de estrofas donde apenas una letra o un borrón habrían conseguido quizá, el milagro de la escritura invisible, grabada, pero poseedora de la gran verdad que no clama, la que desde su escondite ignora y agradece siempre el no tener que conmoverse por un « lo siento» . Siento que me perdí e

LAS HOJAS DEL CALENDARIO

Imagen
A veces tengo la sensación de que a mi calendario le faltan hojas. Parecería que del universo se hubiera apoderado una fuerza que lo llevara a correr por los días a la velocidad de la luz. Te acuestas en enero y en diciembre unos fogonazos de luces inclementes traen consigo un desconcertante despertar. Hoy es lunes y mañana domingo. El tiempo, mi tiempo, ha cobrado por arte de birlibirloque otra dimensión, pasa por mí como una apisonadora de minutos, de los cuales, no puedo extraer más que el desencanto de la pérdida. Y sueño con aquellos días donde el tiempo se detenía en cada segundo, donde las hojas del calendario eran primavera y no otoño, donde los escalofríos que produce el tiempo no sentido eran traducidos por un sol multiplicador del almanaque. Quiero mis días y mis años interminables, desde los que no se adivinaba el final. Quiero mi tiempo. Quiero la promesa de un tiempo interminable… ¿Quién ha robado mi anuario?

ECLIPSE

Imagen
Un ser de luz es perseguido y bloqueado por otro cuerpo eclipsante. Nada como brillar para ser el foco de lo que a todo trance se quiere eclipsar; nada importan las formas, todo vale para ganar una guerra, una medalla a costa de quién brilla con luz propia y por lo mismo es envidiado. —¡Hay que matar esa luz! —¡Pero si es el sol! El firmamento al completo, en formación, con las armas preparadas para disparar al foco de resplandeciente luz. Las estrellas no están dispuestas a que nadie les haga sombra. El sol se cree el rey de todo el universo. La luna oculta sus nada claras intenciones. El ser de luz encuentra cobijo en un planeta inexplorado y por tanto desconocido para el resto. Se aposenta con su brillo iluminando lo que hasta entonces había sido el oscuro Earth, y es aquí que, por su ingenuidad, creyendo haber encontrado el lugar idóneo, comienza una larga carrera de obstáculos; ha de vencer a mil y un satélites que intentan opacar su luz usando las armas más mortíferas inv

CICATRICES: LA CASA CUBIERTA DE OLVIDO

Imagen
La casa a medio caer por completo, con sus muros agrietados cual cicatrices que el tiempo y el olvido han escrito sobre ellos. La casa llena de ruidos silenciosos, de llanto, quizá también de risas, ahora, se resquebraja, y en cada latido emite un zumbido con sabor a llanto y derrota. La casa deshabitada, ocupada en el presente por los fantasmas de la época en la que dio cobijo a una ecléctica prole que creía en la inmortalidad. Pero la noche, derrotada al alba, saca a la luz la levedad circundante. Las paredes lloran sus horas perdidas en aquella casa que el olvido tapa con sus malditas garras para acallar los gritos que surgen de cada grieta y, se elevan sin esfuerzo al raso que es ahora el dueño y señor de techo transparente. Los fantasmas heridos de olvido claman por entre las brechas abiertas cual llagas que impone el señor del Tiempo; se escapan a mirar por las rendijas cubiertas de musgo. El olvido deja a su paso todas las cicatrices que en el transcurrir del calendario pare

PUERTAS: LOS ALMARIOS CERRADOS

Imagen
El almario de puertas ventiladas, de puertas abiertas de par en par, oxigenadas a cada paso del minutero, dio cerrojazo a cal y canto después de la última tormenta. Caminos recorridos en busca del cerrajero mágico que aliviara con su maestría ese rincón y lo dejara cerrado para siempre. Un almario abierto al mundo hasta el día en que no pudo recibir más inquilinos; un almario generoso, pero tacaño para sí; un almario siempre acogedor se transformó en la antesala del desafecto, cubierto por la capa de hielo bajo la cual yacía un sentir pretérito y ahogado ya, sin pugna por salir. A las puertas blindadas del almario se acercaron a llamar, pero el frío que se había apoderado del inconmovible almario no escuchó más llamada que la de un corazón sin alma, el suyo, transformado por la gracia del uso y abuso en él causados por seres carentes de generosidad. El alma no tiene corazón…

EL TIEMPO DETENIDO

Imagen
Necesito la tierra del tiempo detenido donde el intervalo que marcan las horas, transcurra con lentitud en el espacio que se resiste a pasar, que quiere o posee el don de permanencia, y acrecienta los minutos, y los rellena, y los hace elásticos, largos, resistentes, interminables. Quiero huir de la prisa de unas horas peregrinas, mandonas y arbitrarias, que van dejando un poso tras de sí, amargo, pero con la impronta de no haber sido. Quiero mis días, mis horas, mis minutos y cada milésima de segundo consumidos; las quiero mías y que el verdugo tiempo no me arrebate esa posesión tan mía, tan de mi ser. El tiempo suspendido en pausa como si se pudiera detener, pararlo para continuar con el sonido de los pasos del cartero, de los niños que inundan y llenan las calles con la resonancia de sus chillidos liberadores   a la salida de la escuela, de las madres que se afanan por sacarle brillo a las aldabas de las puertas, del vendedor de pescado, del hortelano que grita su mercancía, de

🟠 FLORES DE AVILA. 💐 Un pueblo con mucho que descubrir. Visitando LA MORAÑA

Imagen

LA REVOLUCIÓN DEL MOHAIR

Imagen
Allá por el siglo trece, catorce, quince…este dato no es importante para el tema que nos ocupa, resulta que en las islas del Canal dependientes de la corona británica: Jersey y Guernsey , por aquellos entonces decía, ya existía la tradición de prendas de punto que no creáis que estamos inventando algo… ¡Si está todo inventado!  Bueno, como iba contando, a unos pastores les dio por inventar el crowfunding que no es otra cosa por muy inglés que se sea y la palabra de lugar a malos entendidos, que una intención subyacente de hacerse con los maravedíes para establecer el business; como se puede comprobar no les debió salir tan mal cuando se ha propagado hasta nuestros días. Se lo montaron para que la Corona británica les otorgase el permiso de importación de lana desde el Reino Unido, al parecer paradigma de las lanas merinas a cambio de obsequiar a los «reales» con estos artículos. De lo que se deduce: una cadena de favores en toda regla que se extiende de este a oeste, de norte a sur

REVERBERACIONES

Imagen
…Y busqué entre tus recuerdos y mis olvidos,  Y solo encontré un baúl de polvo y cieno,  Y lloré las secas lágrimas que un día quedaron guardadas en el desván de la cobardía,  Y miré por la ventana,  Y divisé el camino desandado que llevaba al castillo de los sueños incumplidos,  Y vi colgando de sus flancos las enredaderas que cubrían una sombra; la sombra de un sueño perdido entre las ruinas que un día amurallaron mi existencia.  Y vi, pero no encontré entre las piedras un ápice de aquel apego mal vendido, mal comprado, acompañante de lo que no llegará a ser…          René Magritte: «Le Blanc-Seing»

DESORDEN

Imagen
—¡No seas distópica, haz el favor! —Hay cosas peores. —¿Peores que qué? —Que ser un mastuerzo gilipollas, por poner un ejemplo entre mil. —¡Wanda! ¡Hasta tu nombre es distópico! ¡Vaya nombrecito! Wanda no era en realidad su nombre. El apodo se lo encasquetaron por su afición al equipo de fútbol perteneciente a un club cuyo nombre de campo de fútbol era tal. A ella le importaba un pepino cuadrado como la llamasen, llamaran, o utilizasen el pretérito pluscuamperfecto. Despertó con la sensación de un cargamento sobre sus espaldas, correspondientes a siglos de desorden y confusión, lógico pensar que era una sensación y no una realidad. No tenía ni la más puta idea de cómo había llegado hasta allí. —Esto tiene toda la pinta de un aterrizaje forzoso. –Pensó. Ni idea de las últimas doce horas; se habían borrado de su mente cubiertas por una nebulosa gris y desordenada. Ni idea, en el momento preciso, de donde se encontraba, de cómo había llegado allí. A ráfagas: ni noción de s