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CHUCHES

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  De cuando el tiempo era eso: tiempo; y no corría como si fuera a ganar una maratón que es lo que hace ahora.  Esperaba la paga del domingo como en la actualidad se espera un chaparrón que riegue la tierra seca. Con los cinco duros en mano me sentía reina en mi propio reino. El chicle bazooca con tres plataformas que casi no cabía en mi boca de piñón, pero con el que se hacían unas pompas gigantescas que terminaban explotando cubriendo como una máscara aquella cara todavía intacta de señales…tardes de domingo, de chicle, pipas, regaliz ¡Cómo me gustaba el regaliz! Sentadas en corro observando o contando los tesoros de cada quién echábamos media tarde hasta acabar con casi la totalidad del cargamento. En esto como en todo siempre había suertudas y desdichadas; en lo del repartimiento de riquezas ya se sabe, ¡El universo es un patán! A veces llega un olor que recuerda un tiempo en el que ahora, desde la lejanía, sentimos como dichoso, pero que estuvo plagado de claroscuros que

SIN RETORNO #MICRORRELATO

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  Las soñadas vacaciones incluían billete de ida y vuelta. La ida hacia unas vacaciones infinitas esperaba a la vuelta de la esquina.  El revisor de boletos permanecía agazapado tras el cantón, troqueladora a punto, cual justiciera, cercenando los sueños de mar y sol convertidos ahora en sombras. Maletas deshechas en un escenario para el que en origen no fueron llenadas. Un destino inesperado. El mar fue otro.     *Post inspirado en: «Les photographes de nos vacances: Robert Doisneau»

EL HACEDOR DE LÍNEAS

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  El hacedor de líneas encargado de dibujar la historia no contada. La mujer observa lo rudimentario de la obra y elabora para sí un plan capaz de perfeccionar los hilos deshilachados.  Al volver la cabeza para tantear la posibilidad de que alguien está siguiendo tus pasos podrás constatar que, la sombra que se proyecta sobre tu ser será con toda probabilidad tu fagocitadora… Una piedra tras de ti no es buena compañera de aventuras. Al final, la única intrépida aquí será ella, mientras, tú quedaras aplastado por tu incapacidad hacia los pronósticos reservados. Quizá la cotización de « saber algo» vaya por los derroteros de capa caída, pese a todo deberías mirar tu espalda en un espejo, estos, tienen más información de la que te imaginas, convertidores en más de una ocasión de historias que parecían, pero no eran, que no eran lo que parecían y que ‘ paDecían’ lo que en un intento de ocultación relucía más que todo el arsenal del Museo del Oro de Bogotá… Entre dudas e inseguridade

OCÉANOS DE CERTEZAS #MICRORRELATO

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En la inmensidad de mi océano solo yo puedo flotar en la balsa de mis pensamientos; ellos conforman el salvavidas que mantiene mi cuerpo a flote, a salvo de piratas mentales. Ensimismado ante un imprevisible horizonte.

CEGUERA #MICRORRELATO

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  La secta dormida. La secta que no mira. La que mira de medio lado. La que no quiere ver. La que acusa a su ojo derecho de lo que ve el izquierdo. La ciega. La sorda. La dormida. La inconsciente. La osada.  La remilgada. La contraída. La que no quiere ver nada…   Religiones del mundo unidas en su ceguera.

FLORES ENTRE LAS MURALLAS

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A la puerta que un día lució un azul cielo le había brotado una erupción de granos grises. La puerta que un día se abría al mundo de los juegos, hoy destapa una atmósfera cenicienta. Cira cada mañana empujaba la enferma puerta y, ésta, al recibir el empuje regalaba a la niña un quejumbroso grito de desconsuelo al no poder ofrecerle ya el paisaje que antaño alumbró una tierra vívida, colorista, esperanzada… Cira corría entre escombros hasta llegar a la muralla que había formado la deflagración causante del desolado e irreconocible escenario creado en los últimos meses. Encaramada en lo alto, paso tras paso iba hilando palabras, palabras llenas de vida, de amor, creando su verso, su esperanzada canción en la creencia de la posible aportación que pudiera engendrar un porvenir blanco, sin ruido, sin balas, sin destrucción…siempre sintió una especial atracción por las alturas, explorando montículos por los que poder trepar… Las piedras que iba pisando se derretían con cada paso de