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Mostrando entradas de julio, 2023

LA «SEÑÁ» TRINIDAD: HISTORIA DE UNA REFLEXIÓN

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Las parteras de hace cien años en los pueblos gozaban de un prestigio digno de las escuelas aristotélicas, socráticas o epicúreas, con un saber y conocimiento que ya habrían querido para sí estos insignes clásicos. Les bastaba ver la cara del neonato asomando por entre las nalgas de su madre y, al momento, ya tenían la carta de vida hecha con todos los datos rellenos de lo que en ella iba a acontecerle. Cuando la madre de la « señá » Trinidad llamó a una vecina para que avisara a la partera en el fragor del veinteavo retortijón, la criaturita ya asomaba media cabeza por entre los muslos de su madre, como anunciándose, como diciendo: «¡Eh que me hagáis caso que estoy viniendo!» Estaba claro que era algo natural en el proceso para venir a este mundo. Trinidad le dejo a la « señá » Hilaria la partera meridianamente clara cuál iba a ser su actitud ante la vida. —Isidra, esta niña va a ser más libre que el viento que agita las ramas de los árboles, ve haciéndote a la idea. —Le dijo l

VEINTE FORMAS DE SEDUCCIÓN Y UN CLIMA DESESPERADO

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  —Menos es más, ahórrate palabras que no son necesarias. —Mira que vas limpio de polvo y paja. —El espejo nunca te dirá la verdad: pregúntale a tu madre. —No abuses de los «qués» ni de los «porqués». —¡Ni se te ocurra bostezar! —Nada de frases de Paulo Coelho ¡Haz el favor! —Corte de pelo, sí, pero hecho hace una semana, el día de la cita no. Siempre quedan pelos suelos incordiando que quieren formar parte de la cita. —Perfume, vale, pero con moderación. Hay individuos que anestesian y, así la cosa, no prospera. —¡Ah! Importante: lleva un sombrero por si es necesario que te lo quites ante ella.   Toda esta batería (y mucho más, omitida para no hacer de esto un escrito bíblico) es lanzada por Máximo a su amigo Ciro ante la que será la primera cita del segundo con una chica que conoció medio por casualidad al tropezar con ella a la salida de la farmacia. No pregunten ustedes como de un accidentado encontronazo salió una cita. Yo no lo sé y, tampoco, es que sea r

EL HOMBRE QUE SOÑABA CON ESCALERAS

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El ascenso prometido hacia las plantas superiores convertía el racimo potencial de personas en alienados soñadores de gloria. Con la infantil felicidad que da creerse superior a cada peldaño ganado. Lejos, muy lejos estaban de constatar lo que allí les esperaba. Al frente del grupo de perdedores que descendía a un nivel inferior iba un hombre feliz, feliz ante la certidumbre de que, tuviera lo que tuviera que enfrentar, no podría causarle asombro alguno. Los descensos tienen la paradoja de no ocultar sorpresas.   #UnMicrorrelato ascendente-descendente. *Fotografía: Sergio Larrain https://ep00.epimg.net/elpais/imagenes/2020/12/29/album/1609261048_882147_1609261208_album_normal.jpg

DONDE TUS PIES TE LLEVEN

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  Caminaba con la prisa que ingiere un carácter superficialmente volátil, con la predisposición sin disimulo que da la ostentación de mil cajas garantes de una felicidad efímera que se esfuma con la apertura del cartón y escapa envuelta en su papel de seda. Catalina abre la puerta. Es tal su empírica experiencia que el sonido de un tacón deja al descubierto para ella la dueña causante del repiqueteo. Ella deja la carga en el hall dispuesta a narrar su día errante de idas venidas y más idas que venidas. Catalina fija en ella su desconcierto, desconcierto que ella no puede sentir ante la ausencia de órgano que cumpla dicha función. « ¿Tan difícil es que esta tonta mucama entienda algo de lo que le digo?» Catalina ve retorcerse el cuerpo de su ama, algo en ella intenta expresar lo que por razón de la materia no puede declarar con palabras. Catalina intenta entender…hasta que llegado un momento de inopinada exasperación no aguanta más y estalla: —¡Le dije que terminaría por per

ROCK STAR AL DESNUDO

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  Nadie les había preparado para el espectáculo que iba a darse a continuación en el tan esperado concierto. Fans llegados de los diferentes estados, expectantes ante la aparición de la « rock star », con sus cámaras en ristre, preparadas para disparar hasta agotar los carretes, con los nervios de la impaciencia acumulada durante horas de espera, todo ello cesó ante la aparición de la estrella en el escenario que se presentó llevando como único atuendo su piel. Muchos escondieron sus cámaras para no conservar en su memoria el show del que hasta entonces había sido su ídolo, pero, es que la ausencia total de sexo que lo definiera dejó a la audiencia en estado de semiinconsciencia incrédula ante lo mostrado, y que sus ojos querían sin lograrlo, poder desmentir. Y no, no era el efecto de sustancias psicotrópicas puesto que las mismas no habían estado presentes entre la multitud agolpada ante el escenario. La visión era real, real como su propia presencia. Los asistentes más pusiláni