EL HOMBRE QUE SOÑABA CON ESCALERAS
El ascenso prometido hacia las
plantas superiores convertía el racimo potencial de personas en alienados
soñadores de gloria.
Con la infantil felicidad que
da creerse superior a cada peldaño ganado.
Lejos, muy lejos estaban de
constatar lo que allí les esperaba.
Al frente del grupo de
perdedores que descendía a un nivel inferior iba un hombre feliz, feliz ante la
certidumbre de que, tuviera lo que tuviera que enfrentar, no podría causarle
asombro alguno.
Los descensos tienen la
paradoja de no ocultar sorpresas.
#UnMicrorrelato ascendente-descendente.
*Fotografía: Sergio Larrain
Qué increíble capacidad de transmitir tienes! y ¡qué verdades más enormes recoges en tan pocas letras!. Enhorabuena! los mediocres e inseguros necesitan agarrarse a esos pensamientos miserables de creerse superiores, justo por eso, porque son insignificantes y al sentirse así, necesitan despreciar a los demás para no ser conscientes de su mediocridad. Mi madre siempre dice que es muchísimo más fácil subir, que bajar, por eso debemos prepararnos siempre para la caída, que por esperada, no deja de ser dura.
ResponderEliminarAbrazo fuerte artista, feliz finde y mil gracias!
Si tienes la valentía de emprender el ascenso has de estar preparada por si un día te caes de la nube de algodón. Veo que lo has captado y que quede constancia de la sabiduría de las madres. Muchas gracias, María, por tu generosidad en los comentarios y por dedicar un poco de tu tiempo a leer mis «descomposturas», ja, ja, ja. Te envío un gran abrazo.
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