TENGO GANAS DE VOMITAR

Benita ya no sabía qué hacer con su hija Berta. Berta, llevaba vomitando desde el día en que abandonó la cuna, en una desesperante y agotadora propulsión de materia líquida, inundando la casa con una capa gelatinosa que Benita no conseguía ya eliminar.

Esta se adhería al suelo, a las paredes, al techo en ocasiones, formando caprichosos trampantojos cual antónimos de arte.

Benita comentaba el caso con su amiga Adela, aposentada en Suiza desde que terminaron la universidad; se había casado con un médico suizo que aterrizó de Erasmus por estos lares.

—Estoy desesperada Adela, de verdad que ya no sé qué hacer. Ningún médico ofrece solución a lo que sea que le esté pasando a Berta…ella está exhausta de tanto vómito, y yo, derrengada ante tanta excreción.  

—Hablaré con Nico, seguro que él conoce entre sus colegas a alguien con conocimientos de casos parecidos. Te llamo y te cuento.

Según pasaban los días Benita se iba impacientando cada vez más en la espera de una respuesta que anhelaba necesaria para seguir respirando.




—¡PíPíPí…! Hola Benita. Nico al corriente del caso propone que os vengáis a Berna. Uno de sus colegas es especialista en enfermedades raras y quizá pueda dar con la causa del malestar de Berta. Está demás decirte que podéis quedaros en mi casa en la que os recibiré encantada.

—¡Muchísimas gracias Adela! Te contesto cuando tenga todo listo. ¡Abrazos!

Preparativos, carreras, negativa en un principio de Berta, harta ya de exámenes médicos; al final claudica ante la insistencia de su madre y las dos aterrizan con las expectativas a medio gas sobre el posible resultado que dará este viaje.

En la consulta del laureado por la universidad de Stanford, doctor William, éste después de las presentaciones de rigor, echa de reojo una mirada a Berta que amasa entre sus manos un manojo de bolsas de plástico. Benita mientras tanto contesta el largo formulario donde ha de detallar hasta la última coma todo un proceso de años sobre la posible o no enfermedad de Berta.




La consulta concluye con la petición de una decena de pruebas a las que Berta ha de someterse. Resuelto todo el asunto de pruebas, visitas, consultas…

El resultado es absolutamente concluyente. No cabe ni una milésima de error.

—Berta está afectada de CACOFOBIA. —Comunica el doctor.

—¿Qué? ¿Eso qué es? —Pregunta Benita al borde del desmayo.

«La característica principal de este trastorno radica en la experimentación de una emoción persistente, anormal e injustificada hacía lo feo. Se trata de un trastorno de ansiedad en el que el temor es el elemento principal que origina la sintomatología.

 

Así mismo, el miedo que provocan los estímulos relacionados con la fealdad son tan elevados que llevan a la persona a evitar todo contacto con este tipo de elementos. El temor hacía lo feo se caracteriza por ser persistente en el tiempo. El miedo se experimenta de forma permanente y no responde a etapas o momentos específicos de la persona.

El sujeto con cacofobia experimentará siempre elevadas sensaciones de miedo cuando se exponga a la fealdad». —Explica como un papagayo el doctorcito.

—Y, ¿Tiene tratamiento? —Pregunta Benita.

—Hay distintas técnicas, psicológicas, farmacológicas…, pero mi consejo tras la experiencia adquirida sobre casos semejantes es que Berta esté rodeada siempre de cosas bellas, que no se exponga a la fealdad del mundo y sus componentes. Si esto lo lleva a rajatabla, el problema quedará resuelto de raíz.

Y así fue como la protagonista de este cuento consiguió a través de su enfermedad evitar que cualquier elemento horroroso se le acercara y pudiera así provocar el lanzamiento gelatinoso de su depósito  corporal, al que  el tiempo obsequió con una pertinaz sequía.







Comentarios

  1. Lo tiene crudo. En este mundo en el que vivimos sería muy fácil una recaída.

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    1. De recaída en recaída vamos. Es casi imposible evitarlas...¡Saludos!

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  2. Este es un cuento sin final.
    ¡Excelente Consuelo! Sigue deleitándonos.

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    1. La historia interminable. Gracias Rodolfo por tus comentarios. ¡Saludos!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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