VOLAR SIN ALAS


Un vuelo en rasante dejó la impronta de su silueta entre las rocas.

Había planeado durante días, cruzado una cordillera, ascendiendo casi hasta las nubes. Pero aquel día estaba escrito en la hoja de ruta que cada cual trae inscrita al nacer.

Algo no va bien…algo…algo…no pudo terminar de completar la frase.

Las alas rotas en mil pedazos se disgregaron entre las grietas de aquel peñasco. Su sueño reducido a cenizas…como fuera, de la forma que fuese tenía que intentar recomponer aquello. Con alas o sin ellas, con ellas rotas o enteras había que intentar alzar de nuevo el vuelo.

—«Soñar sin miedo, volar sin alas» …

Las siete y media de la tarde del 29 de febrero, año bisiesto, año de mal agüero. Lucía el sol como anunciador de primavera.

—«No me busques que no vas a encontrarme».   —¡Ojalá hubiera sido así!

Esconderse de la vida en el mejor rincón del mundo. No asomar la cabeza para no perderla entre aquel bucle de apariencia bonachona que ostentan los más malvados.

—A los malos se les ve venir…los «buenos» ¡A esos hay que temer!

—Mis alas rotas, mis alas remendadas cada noche para enfrentar el amanecer en cada inspiración. No me reconozco en los albores, soy ave nocturna. —Pensaba en voz alta.

Le gusta la noche y, en ella planea con más destreza, —o con la misma torpeza— vaya usted a saber, pero, como de noche todos los gatos son pardos se nota menos la impericia.

—29 de febrero, las siete de la tarde ¡Qué hora más absurda! —Grita.

Ya sin alas que remendar...las alas no admiten un remiendo más, están hechas añicos; ni sastre diestro las recompone.

La fábrica de alas cerró por defunción; las existencias que acumulaban algunos almacenes se fueron al traste en los incendios que asolaron el país allá por…

Sin alas, sin paracaídas, sin nada…el 29 de febrero, las siete de la tarde, desapareció por un cuatrienio…no se volvió a saber de él…

 



















Comentarios

  1. Felicidades, me pareció muy interesante ��

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    1. Muchas gracias, alegra saber que hay alguien tomándose un tiempo para leerme. Gracias por tu comentario. Un saludo.

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  2. Una genial narración de lo que es un año bisiesto y los ciclos de los mismos. Volar sin alas, se puede. Pero no todo el mundo tiene la mente preparada para ello. Es algo que a parte de entrenar, necesita saber por qué, debes volar sin alas? y a partir de ahí surgen la lluvia de ideas y con las mismas nos adaptamos o por lo menos, buscamos la mejor alternativa a ese estupendo vuelo.Pues el amor es inmortal y el tiempo pasa de forma inexorable, amiga.

    Un beso coincidente.

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    1. Volar sin alas es para valientes -o inconscientes-, depende del prisma. Me ha encantado tu resumen, Joaquín; da para otro post. Hay que entrenar, continuamente, sino sirve para volar, en el camino aprendes a esquivar los «estrellamientos». Muchísimas gracias.
      Un abrazo.

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