PASABA POR AQUÍ
Como todo lo que no tiene un
sentido definido, así, va pasando la vida. Entre choques, caídas y, a veces,
aterrizajes sobre nubes de algodón. En cada caída te vas dejando un pedacito de
existencia, de ti misma, de esa esencia de la cual estás hecha y, que a veces
se confunde —te confunde— con la nada.
Eres invisible para un mundo
en el que no soñaste vivir. Cada día al despertar te preguntas: ¿hoy que me
espera?
Estamos diseñados para crear
nuestras propias circunstancias hasta que la vida se pone de espalda y no sabes
cómo darle la vuelta. Que todo es circular, que nada es lineal es algo que
experimento a diario; pero que cuesta, cuesta mucho andar en círculos.
Vas parcheando, engañando a
tus «virtudes», «no pasa nada»…pero sí, pasa…pasa la vida y va dejando un
reguero de frustración de difícil asimilación.
Los juicios bailando con los prejuicios se desgastaron los pies. Y así…bailando… bailando… bailando…terminaron por no reconocerse…como en un minué dónde la galantería, el movimiento y los pasos moderados ocultan una verdad escondida que, solo se revela ante espíritus que saben mirar, ver, a través de lo que muestran unos ojos enfrentados.
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Soy toda "oídos". Compartir es vivir.