SE CANCELA LA FUNCIÓN

En el escenario aparece una youtuber conocida en el mundillo con el nombre de Caperucita . Una amiga le había traído un tarro de hongos de su reciente viaje a Asia. Tomó la primera talofita: avanzó cinco años. Tomó la segunda seta: avanzó otro lustro y, así, se plantó en la cincuentena de la forma más inesperada y errática posible. La transformación fue apoteósica. De la cursi y requeterretocada jovenzuela no quedó ni rastro; su lugar había sido suplantado por una mujer de caídos parpados, una ligera papada y ojeras de dos semanas. Cuando «Caperu» vio su imagen reflejada en el espejado suelo lanzó un grito de terror a la par que corría a esconderse tras el telón. Corrió hacia la salida del teatro buscando desesperadamente un coche que la llevara hasta la casa de su ¿Amiga? Con el dedo aplastado en el botón del portero automático esperaba una respuesta que no llegó a materializarse. Probó a marcar el número de teléfono de la interfecta causante de aquella tr...