TRATADO SOBRE LA NADA

 

Hoy me he levantado rebosante de nada.

Nada en mi cuerpo parecía querer acompañarme y, de nuevo, me inundó la sensación de la nada absoluta.

Nada es lo que parece y todo a veces parece no ser nada. Pero sí, claro que sí, es la nada una propiedad capaz de llenar una existencia, cuando todo parece ser nada es la telaraña que lo cubre todo. No hay que subestimar la nada: la nada en más de una ocasión lo es todo. En la creencia de que la nada es algo intangible duerme el error mayúsculo al pensar que si la nada es el vacío absoluto nada puede ocurrir en tal oquedad.

¿Qué pasa en ausencia de la nada? Todo y nada.

Todo está en esa «nada» silenciosa que no nos atrevemos a mostrar.







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