ESPERANZA
Desnuda la tierra de esperanza, sin islas donde naufragar.
Un barco cargado de añoranza está varado
en el puerto del olvido.
Las arañas de mil patas tejen sus
trampas de un extremo a otro, tropezando entre sus hilos.
Piratas asoman en un horizonte
tenebroso, dispuestos a recoger cualquier indicio otrora válido y ahora convertido
en presente devaluado.
No cabe la esperanza de
futuro, no cabe la fe de religión alguna para salvar lo que está apisonado por
el arma letal de la megalomanía.
El arma de destrucción masiva
de un cerebro, es, más poderosa que cualquier contingente armamentístico de millones
de moléculas atómicas. Un cerebro
enfermo causa más muertes, más desolación que todo un arsenal de balas.
Un día a la esperanza junto
con la fe, les dio por irse de juerga y nunca más volvieron. Desde su mundo de
ilusión gritan afónicas, pidiendo comprensión, solidaridad con un principio que
ha llegado a su fin.
No hay esperanza ni fe. Ya
nada resiste en esa tela de araña.
Mientras, Esperanza, espera
sin esperanza el renacimiento de la primavera.
Quizás la esperanza hace el camino menos angosto, pero a veces parece la prolongación del tormento.
ResponderEliminarLo peor ocurre cuando abandona del todo dejándote a la total intemperie. ¡Saludos, David!
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