AWAY




Región pantanosa de Tuvalu. Mes de octubre, estación de los monzones. Habitados de leyendas, toma fuerza la de una mano misteriosa que aparece para a continuación desaparecer sin dejar rastro en los cambios lunares, asesinando todo lo que encuentra al paso.

En el fantasmal puerto desembarca un grupo de detectives holandeses. Al frente de la expedición un tipo escuálido inspira más pena que respeto. Tres asesinatos en un mes atraen a esta tripulación. La curiosidad o interés por el descubrimiento los lleva a un mundo tenebroso o a una aventura de dudoso final. Los acompaña una anodina mujer de penetrante mirada —lo único destacable en su presencia—.

—Pitido del walkie talkie: «ha aparecido un cadáver en la región habitada por la tribu Away» …

Perdidos en una región de la que solo conocen el nombre…perdidos entre incógnitas indescifrables por el momento.

¡Tropezón!

La mujer fija su vista en la ‘cosa’ que la ha lanzado contra el suelo: una mano larga, fina y azul asoma como si brotase de la tierra. Detrás, una sombra invisible se retira. Un ambiente azufroso flota desde las ramas hasta el verde que cubre el suelo.

—Segundo pitido: «aparecen dos cadáveres más a diez metros del primero»—anuncia la voz metálica—.

Tras dos horas de caminata en círculos, alcanzan Away. La presencia de los muertos requiere adjetivos no inventados.

No existe en su idioma nada que pueda describir lo que contemplan. Sin piedad, descanso ni pudor a la hora de la masacre. Es la obra de un alucinado. En las partes vaciadas, aparece un relleno de áspides devorando a su paso el resto de la anatomía…

Al amparo de las tinieblas, de nuevo, el olor a azufre…

El mando de los holandeses se gira, atraído como un resorte que le encara con el bulto —hasta ahora— no visible.

Dos sombras vuelan en una ola azafranada.

Un muerto más: ni rastro.

Queda una hora para que el avión que espera en el destartalado aeropuerto los devuelva a su incivilizado mundo de primera categoría. En la cinta transportadora depositan sus inútiles trastos. Tras ellos una mano amenazadora extiende sus tentáculos.

La ambición del fantasma estaba concluida: habitar una tierra sin rastro de vida humana.





 

 

 

 

 

 


Comentarios

Cuentos chinos

LOS ABRIGOS DE ENTRETIEMPO

CÍRCULO SUSPENSO

LA HUIDA

LIENZO EN BLANCO

SILENCIO

UNA LUZ INQUIETANTE

EL ÉXODO DE LA PALABRA

TALASO

EL FINAL SOLO ERA UN NUEVO PRINCIPIO

CASTILLOS DE AIRE