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Mostrando entradas de julio, 2024

MEMORIA DE UN GIRASOL

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«Solo tener un girasol me haría muy feliz». Quiso escribir sus memorias, pero solo recordó el hatajo de mentiras elaboradas a beneficio propio. Recuerda cuando nada pasaba cuando el tiempo parecía plano y un minuto caía sobre el siguiente sin causar sobresalto. Esa edad platónicamente relegada a un presente cautivo. Noches eternas que duran noventa horas escribiendo sobre la nada como el eterno profesor de escritura que en vano espera terminar su novela, esa, que lo encumbre a la fama, al paraíso dionisiaco de los diletantes. Un pitido alumbra la pantalla del teléfono antiguo, apagado la más de las veces como manifestación patente de su misantropía… —¿Diga? —Del otro lado un silencio atronador como única repuesta… A través del ventanal se divisa un campo de girasoles que coquetos hacen guiños a un impuntual amante. Amanece. 

MANOS

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  Había subido al barco sin meditar demasiado en cuál sería el destino en el que habría de desembarcar. Ir venir de pasos confusos buscando el lugar de su acampada. El día que descubrió el error en la elección del rumbo tomado de forma casi automática recogió los primeros bártulos que creyó imprescindibles para lo que se disponía a llevar a cabo. A medio instalar descubrió con desagradable sorpresa la inconveniencia de tener que compartir habitáculo. No era propensa en absoluto a socializar por lo que el encuentro con su compañera de cubil se limitó a un ‘buenos días’ acompañado de un rictus entrecejil. —Buenos días, mi nombre es Nadia. ¿Cómo está usted? espero que podamos disfrutar de la mutua compañía. —Disculpe me duele terriblemente la cabeza. Solo quiero echarme y descansar, —Contestó Malia desde la impostura elegida para su alias con una antipática sonrisa-mueca—. Su compañera no sabía cómo actuar, cuál era la reacción apropiada con la que contestar aquella brusquedad

EL SOL, UN TRIGAL, Y YO

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  Soñé entre trigales. Divisé una figura que bailaba con las nubes. Soñé entre trigales que bailaba con las nubes. Solo fue un sueño. Durante ese tiempo fui feliz. Todo quedó difuminado cuando el sol apareció por el este llevándose consigo del brazo como haría un maquinador amante, los sentires de su amada. A la luz del día no está permitido soñar.  ¡Esta publicación « El Sol, Un Trigal, Y Yo »  ha llegado a la Portada de Bloguers.net!