LA VIDA DEBAJO DE UN SOMBRERO
Me puse el sombrero.
El sombrero
ocultó bajo sus alas mis pensamientos subtitulados.
El sombrero puso
a buen recaudo mis sentires más ocultos.
Y, yo en
agradecimiento ante mi sombrero,
me quito el
sombrero.
Por un instante despejé
mi cabeza arrebatándole la toca.
Durante esos
segundos pude tomar conciencia del miedo que, instalado a mi alrededor me
azuzaba a colocar de nuevo mi protector de cabeza para no pensar…
para no ver…
para no sentir…
Y de nuevo volví
a mi recurrente pensamiento:
«Me quito el sombrero ante mi sombrero».
Comentarios
Publicar un comentario
Soy toda "oídos". Compartir es vivir.