ATAPUERCA-LIRIA. REGRESO
Saliendo de la Edad Media. Llegando
a Marte, Saturno, Urano…una vez y otra más la princesa vuelve a su castillo
encantado, amputando todo sentido de realidad.
De nuevo mi mundo de Alicia. ¡Viaje a la luna! Peter Pan irredimible, banal, que quiere
vivir en una estrella. Alas de latón me llevan a explorar territorios
prohibidos, esos que la imaginación crea, convertidos en una realidad agónica
que se dispersa en polvo de estrellas.
No todos los caminos conducen
a aquello nombrado solo en la imaginación. A veces el tránsito se hace sin
brújula por derroteros perdidos.
Días de tormentas: ¡días de
sol!
En medio del vendaval, incapaz
de vislumbrar un rayo de luz, de repente aparece el lucero del alba
iluminándolo todo. Sonrisa que se adivina entre palabras amables, amigables,
acogedoras. ¡Qué bien sientan las buenas palabras! ¡Qué poder de curación
tienen! Bálsamo para las heridas. Al igual que una palabra hunde, mata, existen
otras sanadoras que derrumban muros.
La vida que soñamos, los
sueños, los sueños olvidados, los recordados…los por vivir.
En estado permanente de
felicidad, me siento querida, cuidada… ¡la fuerza que infunde el amor! Voy a
añadir a las 3ª “R” a la “A” de AMOR…
AMOR: que
inunda y acompaña, que hace que las cosas merezcan la pena. La vida merece la
pena vivida a través de los sentimientos, de la emoción que proporcionan los
pequeños detalles. Subidas y bajadas cíclicas, montaña rusa de emociones que
pugnan por salir sin encontrar respuesta siempre a la búsqueda de réplicas de
ese «algo» que te haga sentir que de verdad merece la pena, que la vida
importa, es importante Mantenerse vivos a través de la ilusión. Siempre con una
nueva en la recámara tirando de ella en caso de necesidad.
DE
LIRIA A ATAPUERCA:
¡Y llegó el final! Que como
todo final sólo es el principio de otra historia. Tiempo de travesía por el
despropósito más absoluto, por veredas irrespetuosas, observando comportamiento
humano y hasta inhumano de personajes que transitan por la vida rodando como
piedras que empujan a su paso lo que encuentran, que se sienten amenazadas por
la bondad, la alegría y las ganas de vivir.
Reparten inmisericordes su
mediocridad, en una siembra que da como resultado lo opuesto a lo pretendido:
se crean lazos en rededor para afrontar tanta zafiedad, nos hacemos fuertes
ante la mediocridad circundante. Acaba por estallar la bomba en manos del
incendiario.
Positivo: las relaciones
establecidas que se dan cuándo se batalla en la misma guerra. Y esos
«generales» confundidos, distraídos…sin objetivos...que arbitrariamente
cabalgan a lomos de la cretinez, que tienen por objetivo pasar por la vida
dejando una impronta a todas luces innecesaria.
Juegos fútiles, artificio
perdido entre nubes de ilusión, como guerreros apocalípticos en lucha continúa,
constantes vaivenes.
Llegué…vi…vencí…
Ninguna montaña es
suficientemente alta… ningún sueño es suficientemente grande.
Nada es posible sin tú
consentimiento. No permitir daños innecesarios, vacuos, insuflados de
ignorancia, preñados de males engendrados por el desconocimiento. No quiero, no
consiento que la ignorancia pueda dañarme, ni que me roce siquiera…No quiero
lidiar batallas que nada tienen que ver conmigo: mi guerra es otra: perpetúa…imposible,
tenaz, incansable, inaccesible, impasible al desafío…
ATAPUERCA-LIRIA:
Sueños que terminan para dar
paso a nuevos proyectos. Un continuo rodar con los ojos abiertos, ilusionada
con ver lo que hay a la vuelta de la esquina.
Tiempo compartido con personas
que merecen la pena, con las que conviene hacer camino, por este paseo breve
que es la existencia. Enriquecen tu vida, ayudan a crecer.
Seguiremos en la lucha,
juntas, separadas…pero, siempre habrá un reencuentro dispuesto a unirnos.
Llegamos sin saber muy bien
que nos depararía esta experiencia, ha sido pura serendipia…pero que genial.
Lecciones inolvidables, interiorizadas…personas que cruzan mi camino para
hacerlo suave, aportando enseñanzas y amor…mucho amor.
Con eso me quedo, con lo más
valioso
Los sinsabores: ¡olvidados!
«Ego
sum qui sum».
Exhibición de egolatrías, alegrías dictadoras que rechazan cualquier tipo de visión constructiva para lo que ya han sentenciado a la hoguera. Personas hipersensibles que, sin embargo, van cerrando puertas a lo que no le haga "Sí, bwana" a sus hambrientos egos. Escudándose en la defensa propia, a veces en el feminismo, una triste tendencia a la vuelta a la tortilla. Otras veces quejarse o defenderse sin ser agredido, sólo por si acaso o porque "te ven venir". 8 horas posando con "clase", y después se crean subgrupos enfrentados que entorpecían la sinergia positiva. Dándose la espalda, incluso a veces de manera pretendidamente oculta, "secreta"·, Esto fue parte del despropósito humano o inhumano.
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