DE AQUELLOS ATERRIZAJES FORZOSOS EN CÁDIZ

A través de una exposición pictórica, Tirso, intenta explicar el mundo a un alienígena. 

En el exoplaneta Alp3edr7ete, Li3lipu5t, fue la elegida para la encomienda de descubrir vida en la órbita espacial —más que encomendarla, fue lanzada al espacio sideral de un día para otro, sin previo aviso— con la importante misión de recoger muestras de vida inteligente por si en su día se diera la necesidad de repoblar otras galaxias. De suerte tal que, vino a posar su cacharro metálico contra un erial de la provincia de Cádiz, seguro que no fue casualidad pues es bien sabido que esta no existe. Estaba más vacío que el cerebro de cualquier dirigente. Sin hoja de ruta con la que guiarse en su misión, tiró de frente hasta dar con lo que parecía ser un ser vivo…—ahora la parte jodida era hacerse entender—…

M58ñloyumskjliomkththnbttumm68gurjn2584msnjsurnn…—Dijo Li3lipu5t sin mucha convicción, dejando al ser viviente con los ojos más grandes que un platillo. La mirada que recibió tampoco tuvo o tenía traducción para ella.

—¡Qué hostias es esto! ¿De dónde sales tú? —Preguntó el ojiplático terrícola.

—Hyrbiebiebeieni 478moinreooeeneodm2148moadnno…—Contestó Li3lipu5t.

—Pues n’á…nos vamos a entender de cojones tú y yo…—Respondió Tirso a modo de reflexión.

Li3lipu5t no entendió ni papa…hasta caer en la cuenta del invento que llevaba en su mochila…una cajita simple con un solo botón que, al ser accionado, traducía a cualquier idioma requerido por la ocasión todo aquello que le era dictado.

...Y así fue como Tirso aclaró de forma metafórica a veces, lo que venía a ser la tierra que pisaban:

—Por ahí lo llaman ‘Planeta Earth’, en «Caí», lo llamamos tierra, que es más fácil de decir y sobre todo de pisar… ¡Qué me vengan a decir a mí como se pisa un Earth! ¡Manda güevos! Con tal de presumir no hacen sino inventar gilipolleces…

Li3lipu5t captaba a pesar de su exoplanetaria procedencia la intención en las palabras de Tirso, el cual poco a poco le explicaba en cada ocasión, todo aquello con lo que se iban tropezando.

—Esto es una pareja bailando. Se engarfian moviendo sus pies al descompás y, en ocasiones acaban el ritmo en horizontal…—Tirso aclaró con detalle a Li3lipu5t el significado de este acto, dejándolo así, meridianamente claro.




Ante esta visión Li3lipu5t no necesitaba explicación alguna. Entendió nada más verlo que sus vecinos exoplanetarios se acercaban a Earth en busca de algo nuevo que les sacara de sus soporíferos planetas.




¿Qué hacían y quiénes eran? Tirso, en su idioma, vino a decir que eran una panda de alienados, incapaces de un pacto individual y una forma de pensamiento libre…políticos les llaman...





En el camino desandado, pasaron por ríos y mares, tropezaron sombras envueltas en secadoras sábanas…a veces ocultas detrás de un velo azul…





Parado junto al mar, Tirso, intentó describir la inmensidad e infinitud que a él le transmitía, provocándole los más mágicos estados de paz…





Esta escena ya no se puede repetir en nuestro día…Earth ha desatado su furia y ha borrado estos parajes bajo la mano ayudante de los inhumanos seres que no supieron aprovechar el regalo…




Flores que agonizan en un inmenso erial sin agua…manos que ocultan la invisibilidad del ser que los cuidó…




Y por fin…el fin…después de todos los caminos recorridos, de los paisajes descritos, llegaron al lugar de Tirso, el lugar de su siembra…el lugar de los privilegios, el lugar que de tanto soñar había terminado por conseguir crear, hacer realidad la creencia de que los sueños se cumplen con empuje y paciencia: un campo de semillas …

—¿Qué siembras aquí? —Preguntó Li3lipu5t que a estas alturas ya dominaba el significado terrenal de las particularidades de Earth...

—Son unas semillas muy especiales, pero casi mágicas, no necesitan ser regadas, con que cada estulto que pase por delante del campo y les dirija una mirada, ellas van creciendo, creciendo, creciendo…

—Sí, pero ¿Cuál es su fruto?

—De cada grano sale un indigente intelectual…y la cosecha se multiplica por mil cada año…—A ver como explico yo a un alienígena lo que es esto —Dice para sí, Tirso.




—Creo que ya entiendo el lugar que Earth ocupa en el espacio interestelar…

Un pitido proveniente de la mochila de Li3lipu5t interrumpe la conversación. Es un mensaje cifrado desde el planeta Alp3edr7ete reclamando su vuelta.

—Me quedo aquí. Me quedo en Earth. Aquí se baila en vertical y hasta en horizontal. Hay ríos, mares, prados y bares… ¡Y una mierda voy a volver a ese planeta oscuro que ni sol tiene, ni playas, ni vino! …Tirso os manda una nave repleta de su cosecha…¡Qué os aproveche!…

Es más fácil entenderse con un extraterrestre que con un bárbaro terrícola.

 






















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