PÁJAROS EN EL INSALUD
A veces cambiar la ruta diaria te lleva a hallazgos como este: una jaula de puertas abiertas y, por consiguiente, vacía. La primavera ausente huye de este Madrid enajenado por circunstancias ajenas a la voluntad de sus pobladores, o para mejor decir, de algunos de tales. Al ver la pajarera vacante una asociación de ideas me llevó a la canción de Sabina que alude al hecho de que la situación en este pueblo lleva a los pájaros a la consulta del psiquiatra y a la falta de espacio para sus moradores. Imagino dicha consulta ubicada en un centro de salud colmado hasta el techo, lleno de trinos confundidos, alterados, desafinados y a un posible director de orquesta incapaz acallar el ensordecedor ruido de aquella imprevisible desbandada llamando a una inexistente auxiliar que venga en apoyo de una situación que escapa por completo a su dominio. Incapaz de reconducir el estado desolador de la sala clama atronadoramente una protección que no llega. Pero no hay auxiliar que auxilie, no hay refu