¡EL FICHERO PATAS ARRIBA Y YO CON ESTOS PELOS!
A tenor de la fecha presente
ha venido a mi cabeza una serie de recuerdos y otras batallas.
Intentaré ponerlas a buen
recaudo.
¿Sabéis que el papel debe
protegerse de la luz y del calor para una buena conservación en el tiempo? Que
mejor sitio que la Biblioteca Nacional.
Tengo dos carpetas. Ésta se
titula:
«Los
amores imposibles de Remedios».
En ella, como su propio nombre
indica se guardan los amores imposibles —de todo tipo— que han pasado por este
río de vida.
De todo ha habido: color de rosa,
violeta, verde y marrón, —los marrones... ¡eh! ¡eh! ...—
Aquí está guardado uno de esos
que deberían, habrían, tenían que ser y no fue, seguro debido a un arrebato pasional
—de fiereza compulsiva en aquel entonces, casi domesticada, aunque no del todo ahora
porqué la cabra siempre tira al monte—.
Como iba contando: un
sevillano guapo, de ojos verdes, ese primer amor que le puso a Reme al borde de
perder el sentido de la realidad y, por el cual hubiera sido capaz de matar —ya
sé, no pongáis esa cara, juro que era así, enamorada como solo te enamoras a
esa edad y por primera vez—. Lo que viene después es inclasificable.
¡Ay! ¡A punto estuvo de
casarse con él!
Años, muchos años después, él,
sigue intentando contactar con ella, pero…siempre el puto ¡pero!
Ahora, Reme piensa como
hubiera sido su vida en ese barrio pijo sevillano que lleva su mismo nombre: Los Remedios, de cañas y tapas y
alegría.
¡Cómo cambia el rumbo de la
vida! de esa alegría, pasar a compartir días con un triste, más triste que una
semana santa zamorana —o abulense— que para el caso es lo mismo.
Bueno, pues como iba contando,
tengo un lío tremendísimo, ¡No sé qué poner en cada carpeta! es posible que los
«posibles» estén mal colocados y viceversa.
Digo yo, que mucha importancia
no tendrá, —triste consuelo para mis errores— y, si la tiene: que los recoloque
el tiempo, yo, no doy para más, el ejercicio recopilatorio me ha dejado para el
arrastre
Desde entonces Reme tiene la sensación
de que algo le falta. A veces cree que, es una bata de faralaes y un coche de
caballos.
«Sevilla tuvo que ser...con su lunita plateada» ...
(Creo que a éste debería
cambiarlo de carpeta... ¡Ay! no sé) ...
Ésta otra:
«Los
amores posibles de la propia».
En qué momento se me ocurrió
tratar de organizar este asunto ¡La he liado parda!
Para difícil, ésta.
Algunos están cristalinos, eso
tan «mono» de los amores filiales...los amores entre amigos...bla...bla...bla...
Ahora empieza la fiesta ¿Cuáles
son los posibles que no entran en la anterior clasificación?...
Ahí es dónde me he liado. La
geografía nunca se me ha dado...que lo de redefinir no sé muy bien a qué cosa
se refiere...
Bueno, no os asustéis, algo claro
si tengo: estoy en amor...—hasta que me aclare las meninges, a saber, a quién
le va a tocar sufrir esta situación—...
Si consigo aclararme con el
fichero, publico otra entrada...si no.…pues, ésta ha servido de desahogo...
ResponderEliminarAna María Garrido Gil Pues te pega lo sevillano fíjate lo único k lo mismo no nos hubiéramos encontrado así k ya no se si me gusta o no. Sin peineta pero si en un barrio bien ahí de tertulia con las amigas y el fino.
Ana......que rica! mira que si me voy a Sevilla y me perdéis...?
EliminarY lo que es peor: os pierdo yo a vosotras/os....jajaj...
Gracias.
Jajajaja...si, yo no sirvo para estas cosas.
ResponderEliminarYa sabes Consu (cuando te aclares, jajaja)...Estoy yo, y las demás piscis seguro, a la espera de la menor señal, para preparar la despedida, de soltera o de lo que sea (eso lo dejamos a tu imaginación)...y disfrutar del maravilloso momento de Amor en el que estás...jajajaja
No puedo....de la risa....Espera que lo lea la piscis Marichantal: esa me "aclara" de una....H.....es la pera! despedida, habrá, no se de que todavía, pero la habrá....(despedida, desprendimiento de todo lo que no sirve, por ejemplo)....Enamoradas: todas. Todas "estamos en amor"....al menos en su forma etimológica....
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, Ross.