EMOCIONES HELONIANAS

Atrapada en una emoción que, en estos momentos, me domina por completo.

Emoción que no estoy segura de cómo definir: entre la frustración y la desolación.

Emociones encontradas, después de un día estupendo. Lluvioso donde los haya...buena compañía —eso siempre— risa, complicidad compartida como no puede ser de otra manera entre mujeres inteligentes y poderosas; mucha luz, buena comida, buen karma...y de repente, ¡inundada!

No me atrevo a verbalizar lo que siento ahora mismo y tampoco quiero hacer de esta entrada un ingreso a la melancolía...supongo que son estados pasajeros que, de vez en cuando vienen bien para después poder apreciar la paz y tranquilidad que nos posee en otras ocasiones.

Pienso:

Quizá de tanto hablar del amor, de los sentimientos, de lo fácil-difícil (menudo binomio) que es esta cosa de las relaciones, de los afectos...del mañana, del hoy, del te quiero ya no te quiero, pero, quiero que me quieras más que yo a ti...y, ver que es posible llevarlo a cabo sin correspondencia.

Ahí, me pierdo... ¿cómo puede alguien enamorarse sin que le importe que la otra parte corresponda o no? ¿cómo se puede andar solo ese camino?

A veces, solo a veces, se me hace muy difícil tratar de entender que lo que tengo enfrente, es distinto a como yo lo veo, lo siento y lo vivo.

Complicadas somos algunas mujeres...al final tendré que poner la nota festiva para no dejar este post más triste que una semana santa. (Hoy no la encuentro).

 

Torbellino de emociones positivas-negativas, se afanan por salir.

Mañana será distinto, mañana será... mañana.

 

 

«Como daba besos lentos, duraban más sus amores».

—R.G. de la Serna—