MEMORIAS DE UNA EX-ENFERMERA



Una época lejana, un país desconocido: España —desconocido porqué en nada se parece al actual—, vivía una enfermera feliz y medio contenta —nunca lo está del todo— llena de sueños y esperanzas.

Soñadora empedernida, convencida siempre de que mañana será mejor, hacía de su día a día una excursión por el universo; soñadora de día, insomne de noche...aventurera tenaz.

Las aventuras de esta chica de provincias en un mundo que, ella creía mágico para terminar descubriendo lo prosaico de aquel mapa;  una selva en la que había que estar ojo avizor constantemente.

Su alegría era sencilla: salidas con amigos, vacaciones ...algún viajecito...entonces, poco coqueta; tenía suficiente...

Levantarse, llegar, maquillaje, buenos días, ¡Comenzar!

Nunca entendió el encandilamiento que provoca un uniforme de enfermera... «Vestidas para matar» ...en una clínica situada en la arteria más importante de Madrid. Bajaba con sus compañeras a comer -se podía- al Ministerio de Hacienda...causando furor —lo que «pone» un uniforme de enfermera—entre los comensales del género «masculino-cavernario"»..Y, risa…mucha risa...

Con enamoramientos platónicos en su día a día, (es que de verdad os digo: no quedaba más remedio que enamorarse en algunos casos y situaciones).

Días con una carga agotadora de trabajo llevado a cabo entre piropos y halagos a sus ojazos verdes...tímida ella, quería morir en esos instantes, mientras su jefe comentaba y reía...sus compañeras intentaban hacer que se sintiera orgullosa por ello...

Ella, ¡a por uvas! en su mundo, sin creerse jamás que pudiera causar tales desperfectos...

Entre famosos del mundo del espectáculo, políticos y gente de «bien», aprendía de lo efímero del éxito, de la esclavitud de ser alguien reconocido...su trabajo lo hacía con alegría y con la absoluta convicción de hacer lo correcto: empatía con el paciente...y risa...mucha risa...siempre que la situación lo permitiera...

Dirigente socialista...enamorado de ella, que le traía bombones belgas... (Solo por eso merecía la pena trabajar...ja,ja,ja...  por los bombones…no confundirse…)

Entre amores platónicos y reales... (es que, para esa cosa del amor nunca fue alumna aventajada... pero está aprendiendo a la velocidad de la luz), ¡Qué cosas!

Tiempos pasados que al traerlos a la memoria siempre pensamos que fueron mejores.

 




























Comentarios


  1. MARINA VAZQUEZ: Que gozada de enfermera...y de tiempos pasados...pero sì...mañana comienza un nuevo día...casi, casi...una nueva vida...besos grandes!!!

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