¿PARA QUÉ SIRVE UN MARIDO?
Puede parecer una cuestión
baladí...pero, no lo es en absoluto.
Comencemos por el principio
del «estado de la cosa».
Un marido puede ser útil en
determinadas ocasiones —por más que algunas descreídas no lo vean así—.
A saber: se encarga de cierta
intendencia como pueden ser esas cosillas
sin importancia llamadas: ¡facturas!
Con suerte, hasta un día hace
la compra o cocina...por no hablar de otras cuestiones menos terrenales y más
rayanas a la metafísica. —Poco importante si nos atenemos a que hoy una mujer
no necesita para nada, ninguna de estas cosas—.
Pues bien, —aunque el tema me
viene grande— y, mis conocimientos son más bien adquiridos en base a la
experiencia de amigas y conocidos, diré que, una vez tuve uno —marido—...y, no
le veo yo la gracia a este «estado de gracia» por ninguna parte.
Lo que ofrecen de comodidad,
por un lado, lo restan con creces por todos los demás. Veo amigas acomodadas en
un estado de muerte en vida poco envidiable, la verdad; amigas que tratan de
inducirme a cambiar mi condición en aras a eso tan triste —según ellas— de ahuyentar la soledad... yo, animal salvaje,
encuentro que no hay mayor soledad que, una compañía de cliché. ¡Pues no! ...cada
cual libre para elegir sus propios destierros. Estoy muy bien acomodada, sola,
acompañada...según se dé el caso...libre... ¡libre de pensamiento palabra y
omisión!
Costará creerlo, pero hasta el
pensamiento se puede manipular... ¡vaya si se puede! Y, de repente te
encuentras viviendo la vida de otra persona que nada tiene que ver contigo, ni
con tú filosofía de vida. Pero esta es otra historia...
Hay una etapa en la que tu madre
se preocupa por aquello de
—«¿Cuándo se casará esta niña?»
—
Proposición que va cambiando
en el tiempo. Cuando por fin ejecutas la preocupación esta cambia de carácter.
En la creencia de que por fin te habías situado en el lugar que te correspondía...
¡Zas! ... llega la hecatombe...y, se arrepienten de haber deseado...
Que cada cual elija según su
gusto...
Yo, sigo preguntándome: ¿Para qué
sirve un marido?
Porqué si lo que queréis, es
un amigo, un compañero de paseo por el mundo...eso tiene otro nombre...—que
cada cual le asigne el que crea conveniente—.
Si ser mujer no es nada fácil,
ser hombre, tampoco lo es, con la diferencia de que los segundos van sin
brújula por la vida.
Jaime
Gil de Biedma consideraba que llevar un diario era «una manera de provocar los
acontecimientos».
Siempre lo he visto de esta
forma: lo que queda escrito tiene como una especie de ley de atracción, como si
al escribir, ese pensamiento quedara tan grabado que fuera más fácil traerlo a
una realidad tangible.
Así ha quedado «el estado de la cosa»
«Mi
felicidad no es otra en el fondo que la de querer y que me quieran».
—Gil
de Biedma—
Hola , hemos detectado que ha publicado una fotografía nuestra con derechos de autor, le pedimos que haga link a nuestra home mencionando la autoría o retire la imagen; https://www.olmodelvalle.com
ResponderEliminarCorregido.
EliminarAy... Espinoso tema. Oye, y... ¿Ellos tendrán sentimientos? Es la hora en que me los sigo preguntando.
ResponderEliminarYa leía yo el otro día " eh, cuidado, un compañero NO es lo mismo que una pareja".
Ay, qué difícil.
Lo importante es la elección. De seguro que ellos tienen sentimientos, lo difícil es hacer que coincidan con los propios...Gracias por comentar. Un saludo.
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