AL ESTE, DÓNDE NACE EL SOL
Cada vez que emprendemos un
viaje lo hacemos con la ilusión de ejercitar nuevos descubrimientos que nos
acechan a cada paso dado.
Entornos en los cuales la
novedad invita a explorar nuestras emociones. Abrir los ojos, encontrar de
frente el mar es una de las cosas que me recarga por completo. Aprovechar cada
minuto al sol, playa, montaña, de todo ha habido en esta ocasión y, todo
precioso.
Aventura sobrevenida, de esas
imprevistas y que tanta risa producen al final. Desplazamiento a CABANES, —no sabíamos el camino que nos
esperaba—, subida de puerto por carretera sinuosa, mal asfaltada, que sorteamos
a base de paciencia, sentido del humor y risa. Perdidas, sin encontrar lo que
buscábamos; ¡al final meta conseguida! gracias a una niña que paseaba a su perro. La
vuelta: ¡inenarrable! si el camino de ida era tremendo, la vuelta fue como el
pasaje del terror...a mí —supongo que para amortiguar aquel brote de
surrealismo, me dio por reír—… ¡final feliz!
Mañanas de paseo. La tarde
decidí bajar a alquilar bici, —había preguntado por la mañana— me encuentro
cerrado a cal y canto. No sé qué parte no entendieron cuándo pregunté por el
horario. Decepción. A patita…
Esos paseos interminables por
la playa desierta ¡qué lujo! Recalando en una cala conocida de veces
anteriores: al sol, como una lagartija. Activada, relajada, en paz. Recargada
de pleno.
¡Tardes de SPA! ¡Imprescindibles! ¡Se llevan el
lastre acumulado de meses! Renovación absoluta.
Hay momentos en los cuales no
me costaría creer en la existencia de una divinidad que hace posible todo esto.
El mundo del pensamiento, de
las ideas, mezclándose con el de las emociones.
En ocasiones, —pocas— se da esta
comunión.
Imprescindible, abandonar
nuestro mundo y rutina diaria para seguir sumando a este acto corto de la vida.
Un camino del que deberíamos tomar conciencia para no desperdiciar un solo
minuto.
El mar es como un espejo a
través del cual se puede mirar y ver algo que está al otro lado.
Madrid espera… pena de
fagocitación…
Comentarios
Publicar un comentario
Soy toda "oídos". Compartir es vivir.