COMO AMAESTRAR TORMENTAS
Esas tormentas que se
presentan sin previo aviso.
Nos agarran desprevenidos,
calan hasta los huesos y procuran una pulmonía.
¿Dónde estaba yo? ¿En que
estaba que no supe refugiarme antes de que cayera la lluvia?
Y, ¿Ahora qué? directa al
precipicio.
A la búsqueda de antídoto,
veremos si en esta ocasión es suficiente con acogimiento y envolvimiento amiguil.
Todo esto me lleva a pensar lo
vulnerables y desprevenidas que somos o estamos, por más empeño que pongamos,
no tenemos control sobre según qué acontecimientos de nuestra vida.
En ocasiones nuestras
convicciones hacen aguas, nos dejan al descubierto, frágiles criaturas que, en
nuestra vanidad nos creímos inmunes a lo que estaba fuera de ese círculo de
comodidad que nos fabricamos.
#Y
una vez que la tormenta termine,
no
recordarás como lo lograste,
como
sobreviviste.
Ni
siquiera estarás seguro si la tormenta
ha
terminado realmente.
Pero
una cosa sí es segura.
Cuando
salgas de esa tormenta, no serás
la
misma persona que entró en ella.
De
eso se trata esta tormenta».
—Haruki
Murakami—
Que bonita reflexión...Esa cita es perfecta.
ResponderEliminarCada tormenta trae una lección, si no la aprendemos, regresará...
Vivimos para crecer, no solo por fuera, por dentro principalmente.
De eso se trata: de crecer por dentro, de soportar la tormenta y salir fortalecidos de ella. La cita me pareció preciosa y definitiva.
ResponderEliminarGracias Ross, por compartirla.