VENTUROSOS LUNES


Comienza un lunes de pruebas médicas y otros asuntos.

Llegada al hospital y, recibimiento de una enfermera encantadora que me ha acogido como si fuera el amor de su vida. Entretanto, yo me pregunto: ¿Cómo se puede estar en un trabajo a las ocho de la mañana con esa vitalidad y esa alegría?, —pienso para mí— «esta chica debe desayunar muy bien además de tener un grupo de WhatsApp como el mío, sino de qué».

Qué gusto descubrir gente por el mundo sin amargura, alegre, vital, o al menos, practicando el arte del disimulo: si es que «no» pon cara de que «sí»; ese ha sido mi lema desde hace algún tiempo (vaya norma de manual de supervivencia que acabo de soltar, ésta os prometo que da unos resultados excelentes, no dejéis de practicarla que ya la he probado y aseguro que funciona).

Una no por conocida, menos importante:

«Si sonríes a la vida, la vida te sonríe a ti».

 

 











































Comentarios

  1. Siii!!!...Nada mejor que una sonrisa, es contagiosa y no cuesta nada ;) ...Lo aprendí de mi madre que siempre habla con amabilidad y dulzura a todos, y es capaz de cambiarle el día a cualquiera :D

    ResponderEliminar
  2. Gracias Rossana, sin duda que tu madre te ha contagiado esa sonrisa maravillosa que tienes.
    Besos "apretaos".

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Soy toda "oídos". Compartir es vivir.

Cuentos chinos

LOS PASOS MUERTOS DE NOA

CUPIDO NO ES LO QUE PARECE, ¿O SÍ?

LA VIDA DE UN MINUTERO

ABIERTO POR VACACIONES

LA MONJA. (II PARTE).

LA MONJA. (III Y ÚLTIMA PARTE).

RÉQUIEM DE OTOÑO

TEÓDULA Y EL AGUA