EL AMOR ES UN ESTADO DE ÁNIMO


Verlos y enamorarse al instante fue todo uno. Destacaban en el escaparate de entre todos los demás. Pasaba lo mismo con ciertas personas que, expuestas en el escaparate mundial, brillan con una luz especial. Dotados de un poder propio, atrajeron su interés. No podría —aunque hubiera querido— encontrarlos un sustituto. Quería «esos» y solo «esos» zapatos…ideales, caros, muy caros…

—El amor es un estado de ánimo. –Pensó.

Si el estado de ánimo es una actitud o disposición emocional no transitoria, ella, había quedado enamorada para la eternidad de aquellos zapatos…tal «disposición de ánimo» la dejaría en un estado de estupidez gravitatoria o imbecilidad permanente, una trampa de la naturaleza que se venga sin contemplación, —a su manera— de seres tan animosos.

—¡Quiero esos zapatos!

—Los más caros, carísimos. —Recita como un mantra la madre.

Recorren cada zapatería de la ciudad. No había caso. Aquellos zapatos habían cobrado vida dentro de su cabeza. No era un estado de ánimo efímero. Era una trampa de la naturaleza de su mismo talante.

—Un desajuste hormonal. —Piensa la madre.

Por la calle intransitada a la hora en que todo el mundo debería estar dormitando, llegaba un olor a natillas con suspiros. Olía a galleta. Olía a suspiros. Olía a patio de colegio y a caja de pinturas, a goma de borrar. A libros por estrenar. Olía a invierno.

—Empieza el baile. —Una voz resonó por entre los muros.

Ella. Sus zapatos. Su estado de ánimo. Todo nuevo, una vida por estrenar. Un nuevo baile. Pasos de baile repetidos por los siglos de los siglos…

—¿Bailas?

—¿Qué?

¿Qué había sido eso? De nuevo el olor a invierno atravesando espacios. Bailar descalza. No estropear los zapatos.

La preciada y preciosa bolsa pegada a ella, guardando su tesoro:

—«Destroza los zapatos, destroza los pies…¡baila! No guardes nada para mañana. El mañana es un estado de ánimo». La letanía salía de esa bolsa roja de felpa animándola a romper las normas por las que se había regido hasta entonces.

Su situación emocional no era transitoria. Cronificada, pasaba a formar parte como otro órgano más de su diminuto cuerpo.

La infancia son recuerdos de una calle, de una aldea, de una estepa fría y húmeda. De barro, lluvia y nieve.

El agua turbia del gran charco formado en el vado entre la acera y la calzada, reflejaba la figura borrosa de un rostro que se desdibujaba entre ondas.

El amor tiene sus caprichos. No es adaptativo y, puede revestirse de variadas formas, tantas, como individuos hay en el mundo.  Es una de las muchas cosas que no admiten elección. Sicario del universo, encadenador inmisericorde. Con él o sin él, los males no tienen remedio.

—El amor, solo —que no es poco— es un estado de ánimo. —Se marchó bailando.

 

 

Para este post me ayudé haciendo una encuesta a mis compañeros con la siguiente pregunta: ¿El amor es? ...que deberían contestar con una sola palabra. Así ha quedado la lista:

El amor es: EFÍMERO; INEVITABLE; UNA RUINA; UN ESTADO DE IMBECILIDAD PERMANENTE; INSTINTO; UNA TRAMPA DE LA NATURALEZA; UN DESAJUSTE HORMONAL; UN ESTADO DE ÁNIMO; FANTÁSTICO; NECESARIO; DIFERENTE; ESTUPENDO.

Bueno, lo de cumplir el reto de ‘una sola palabra’ parece que se lo saltaron. Muchas gracias: Pilar, Iván, Gaspar, Ángela, Alicia y Óscar.

 

 

 
























Comentarios

  1. Volveré a pasar por tu blog, ya que veo que haces narraciones excelentes y muy bien estructuradas.
    Un beso y feliz día, amiga !!!

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