UN DÍA EN LA VIDA DE ENRIQUETA
¿Qué le pasa a Enriqueta?
—No me pasa «ná, ná de ná» … lo que pasa es, que lo
que me pasa, es eso: «ná de ná».
¿Qué es lo peor que le puede
pasar a alguien?: ¡qué no le pase «ná» …
—¡Qué ínfulas se gasta la de
enfrente! ¡Qué humos en el trabajo! ¿Qué recoños le pasará al personal? Seguro
que no les pasa «ná de ná» …
La vida plana, los sueños
amarrados, la voluntad de no hacer «ná de
ná» por remediar el vacío.
¡A ver si va a ser eso lo que
nos pasa!…
¡Qué no nos pasa «ná»!
Muchas veces es la ausencia,
más que la presencia, lo que nos lleva a un estado de ansiedad. No por mucho
desear, amanece más calmado.
Enriqueta está distraída, a la
espera de que algún acontecimiento sorpresivo la agarre sin previo aviso y, con
su varita mágica convierta el «ná» en
un todo o un algo que resuelva el devaneo en el que se encuentra inmersa.
—A mí, no pasa «ná» desde que aquel día que recordar no
puedo en el que tropecé con un unicornio azul que salió volando al percibir mi
«ausencia».
—¡No me pasa «ná»!
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