DISTOPÍA, UTOPÍA Y UN RATÓN CHIQUITÍN
Investigadores confinados en
un laboratorio de no importa qué año ni qué siglo; a la búsqueda de vida
inteligente en los límites de la galaxia.
Estudian el siglo XXI que, da
como resultado: 0. Cero en «conductibilidad
neuronal vegetativa de orden metafísico» …—Qué raros estos científicos a la
hora de expresar lo que se puede definir de forma sencilla: cretinez».
Pues nada, como no hubo forma,
decidieron pasar de la fauna y flora que habitó el terruño por aquellos
entonces y, se dieron a la faena de plantar y cosechar una especie de bola
verde con aspecto de gato que después de 13 días en una probeta, generaba una
enzima actuante contra cualquier mal incluso para los no inventados.
—«Hoy no puedo
reinventarme...me ha acosado la realidad infinita…y, no puedo con ella...de
repente, así, cruda, tal cual es...siento que ni fuerza para enfrentar, ni
dominios que poder conquistar...
No encuentro la música que
acompañe un sinsentir que aboca a lo indescriptible...
De improviso: ¡Se abre el
cielo!
¡Qué manía la mía! —la de no
creer en los milagros—.
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