NO HA SERVIDO PARA NADA

De nada sirvieron los esfuerzos de toda una vida truncada por el mal hábito de vivirla pensando en un futuro que nunca habría de llegar.

De nada sirvieron las advertencias que caían cual rayos de múltiples formas a su alrededor; no reconocía ninguna de las señales que el universo enviaba día sí y día también de todas las formas y maneras que, no por desconocidas, dejaban de lado su clara intencionalidad.

De nada sirve una vida vivida al dictado de la sinrazón. De la más poderosa nada están hechos los sueños que nunca fueron soñados.

De nada sirve vivir si no se está vivo en cada una de las cosas que tocas, que ves, que hueles, que sientes…de nada y de todo estuvo hecha ella que dedicó cada uno de sus horas a vivir para la causa más perdida de todas: la causa de los demás.




Y no le sirvió para nada su guapura y simpatía sino para provocar a una cohorte de estúpidos individuos tan lasos que, nada podían aportar salvo la maldad que lleva implícito el don de los celos.

De nada sirvieron las manos moradas de sabañones, cincelados a base de lavar en el congelado río. De nada sirvieron las manos deformadas de amasar la hornada de pan diario, de fregar interminables suelos postrada de rodillas, acumulando sobre ellas la costra regalada del desagradecido piso.

De nada sirvió más tarde un matrimonio colaborador de su esclavizada vida. De nada unos hijos que no supieron acompañarla.




De nada sirve una vida dedicada a la esclavitud. De nada, de nada, de nada…no sirvió para nada…




En el calor de un sábado de verano las campanas de la torre entonaron su llamada.

Era sábado, (‘shabat’, que en hebreo significa día de descanso).

Se fue con el sol que en vida nunca la había alumbrado.

…  Y descansó.

 

 










Comentarios

  1. De una veracidad triste y desgarradora. Y muy bueno.

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    1. «Nunca es triste la verdad…lo que no tiene es remedio» ...
      Agradezco siempre tus comentarios, este, muy especialmente.
      ¡Saludos!

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