LAS HORMIGAS NO SABEN BAILAR TANGOS
Que la esperanza de
vida de una hormiga vaya de los cuatro años a los doce da que pensar y mucho
sobre la capacidad de supervivencia que tienen estos himenópteros.
No imagino como puede
ser la convivencia en la colmena formada por una hembra —la reina—, los machos
y las obreras. Curioso resulta también que estas últimas no tienen alas, así
está asegurado que no puedan volar a otras vidas y sigan toda la suya
trabajando para el poder fáctico. Sorprende que sus casas expuestas a cualquier
eventualidad que pudiera presentarse, desde una tormenta a los pasos de decenas
de individuos con inclinaciones psicópatas que, se llevan por delante el cráter
sin pestañear, taponando la entrada a las galerías y, provocando la baja de
otros tantos moradores de las mismas.
¿Qué tiene de verdad
la fama que acompaña a las hormigas? ¿Es real? ¿Acaso no serán en algún que
otro caso cigarras disfrazadas y desterradas de su reino por alguna reina
envidiosa?
He leído que las
hormigas se parecen a los humanos en que tienen cinco sentidos y su propio
lenguaje químico. Resisten cualquier ambiente por hostil que este sea. Esclavizan a otras hormigas venidas de otras
colonias para que hagan su trabajo.
Si encuentran una
nueva fuente de alimento la marcan con su olor, vista…y su propio lenguaje
químico para que el resto de hormigas sepan que pueden hacer uso de ello.
Desde que nos
destetaron a base de cuentos yo pongo en solfa las moralejas, enseñanzas mal
intencionadas —a veces— una moral que vaya a saber de qué tinaja ha salido.
Así de primeras
parecen unos bichos monótonos, organizados y matemáticamente impecables…, pero,
¿Y si todo es un cuento «hormiguil»?
La reina destinada a
perpetuar la especie, dedicada a poner miles de huevos, vive rodeada de
zánganos aduladores y espejos engañosos.
¿Encontráis alguna
similitud entre estos insectos y el reino humano?
Somos hormigas
alienadas, unas; otras, cigarras disfrazadas de viva la virgen.
¿Y los zánganos?
Mueren después de fertilizar a la reina, para la corta vida que se les ha
encomendado: su única misión es esa.
Así las cosas, la
elección sin duda para mi próxima reencarnación es la de cigarra.
Lo demás es puro
teatro alienante.
Yo también me pido cigarra, todo sea por evitar la alineación y trabajar para la reina. ¿habrá republicanos en el mundo hormiguil? ;)
ResponderEliminarEl día que los hormigueros decidan rebelarse se va a liar parda. Cigarra, siempre cigarra.
EliminarGracias por tus comentarios, me encantan.
A mí me tira más lo de ser hormiga. A poder ser la hormiga Bulldog, y eso que las monarquías me producen urticaria.
ResponderEliminarCon ese tamaño seguro que se puede "soportar" hasta una monarquía...ja,ja,ja...Me quedo en mi papel de cigarra, insisto.
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