LLUVIA
Lluvia a la espera que no es, que no llega.
Lluvia inesperada que llega con la espera de lo
inesperado,
lluvia.
Lluvia mojada,
Lluvia seca,
Lluvia sin agua, sin esperanza, lluvia.
Lluvia que mana de una irredenta capa.
Lluvia que traspasa cuerpos, campos y llamas.
Lluvia.
Lluvia que cae provocando ondas rotas contra el malecón.
Lluvia de primavera, acrecentadora de ríos dorados.
Lluvia de verano que recuerda pretéritas humedades.
Lluvia que en otoño cae como promesa de lo que está por
nacer.
Lluvia de invierno, invitadora de recogimiento al amor de una
lumbre.
Lluvia que acompaña un rostro de cuencas vacías que vio
pasar la vida sin presentir su final.
Lluvia que asciende para caer cual polvo de estrellas en su
descenso, formando cortinas de plata, incrustaciones
diamantinas, labrando
figuras que a la imaginación escapan.
Dichosa sea la lluvia que moja, la que seca, la que inunda…
¡Ay! ¡Apaga esa
lluvia madre! ¡Qué seca mi alma!
—Sentada al borde de la lluvia pensé en la imposibilidad de
vivir sin agua—.
©consuelopérezgómez
"Lluvia de primavera acrecentadora de ríos dorados"...
ResponderEliminarEsta parte, como las otras, que me sumergen en un mundo invisible para muchos, me llenan y las agradezco mucho. Felicidades!
Agradecida a tus comentarios. En la invisibilidad nos reconocemos. ¡Saludos!
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