HAIKUS -II-
Las flores tienen mojados de cielo sus ojos.
Mientras, el anciano árbol poblado de arrugas
contempla su ocaso,
ellas,
inician su amanecer.
©consuelopérezgómez
El epitafio quedó ensombrecido a la luz de las tinieblas.
Los bancos son guardianes, depositarios de verdades.
En un banco quedó la impronta de los abrazos perdidos.
©consuelopérezgómez
El camello mira a través del ojo de una aguja,
desde donde se divisa una lejanísima montaña nevada.
El blanco gélido y la arena dorada no pueden unirse sin
destrozarse.
©consuelopérezgómez
me haces sonreir
ResponderEliminarsaludos desde el mar de Miami
No es fácil sacar una sonrisa, así que agradecida por conseguirlo.
EliminarGracias por tus comentarios, saludos de vuelta desde Madrid.
No comprendo el sentido de los Haikus, su métrica me parece tan complicada como la de la poesía, sé poco de ambas disciplinas literarias, lo que sí sé es que una y otra me tocan el alma. Gracias Consuelo.
ResponderEliminarNo es necesario saber métrica, a mí también me resulta difícil, pero con los haikus es más asequible, se trata de contar una historia en un par de líneas o menos. Lo importante es que llegue, que haga pensar...Muchas gracias por comentar. ¡Saludos!
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