CACTUS
Con su disfraz de cactus
engañó al mundo.
Debajo de la áspera y espinosa
envoltura se escondía una sutil orquídea.
Protegida con su armadura
cruzó los charcos, se sentó al crudo sol del desierto,
Cruzó ríos de lava, pero, nada
podía herir su auténtica identidad.
Estaba a salvo.
Con estoicidad de guerrero
mongol venció dragones, esquivó espadas…
Nadie en el orbe acertó a ver
su verdadera identidad.
Cuando la vida vino a cobrar
su tributo, la ruda carátula dejó al descubierto
La fragilidad de la flor que,
la vida ocultó con su manto de espinas evitando ser dañada.
El disfraz no pudo engañar al cobrador
del tributo final.
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