CÉFIRO #Microrrelato

 

Tierra de impetuosos vientos, no llegó a experimentar la calma que ostentan los días soleados. Sentí la brisa en mi rostro.

Sentí que la brisa asentada en los rostros ajenos que me rodeaban bordeaba un mar de inmensas nubes.

Quizá era el camino hacia el sol.

 Quizá…




































Comentarios

  1. Sentir, sentir el viento, sentir lo que sea es siempre el camino hacia la luz, por más que ese camino esté lleno de sombras y oscuridad... el viento lo limpia todo de nubes y sí, al final siempre luce el sol. Un placer leerte!

    Un abrazo !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sentir que el viento borra nubarrones oscuros y nos empuja hacia el sol...qué bonito tu comentario. Muchas gracias María. ¡Abrazos!

      Eliminar

Publicar un comentario

Soy toda "oídos". Compartir es vivir.

Cuentos chinos

LA VISIBILIDAD DE UNA AUSENCIA

LA VIDA DEBAJO DE UN SOMBRERO

HAY UN POBRE EN LA ESQUINA

LUNARES EN LA LUNA

BESOS IRREVERSIBLES

EL POZO

LA PUERTA DE ATRÁS

HÉROES DESENMASCARADOS

CORAZONADA: «EL HOMBRE QUE OLVIDÓ TODAS SUS CONTRASEÑAS».

DESHABITADO GALIMATÍAS