MI BICICLETA OLVIDADA

Muchos de esos momentos y vivencias tan especiales e importantes que han quedado atrás en nuestras vidas permanecen en los lugares en los que tanto hemos compartido, crecido y sentido.

Aunque esos lugares hayan cambiado o caído en el olvido, están ahí. Basta con querer recordarlos para saber que forman parte de nosotros, o tal vez nosotros de ellos.

¡Esa bicicleta! se quedó arrimada a un árbol seco, sin ramas, donde reposan todas las aventuras vividas.

Esas carreras con primas, amigas, esas caídas de las que nos hemos levantado como mejor hemos sabido por unas tierras inhóspitas que, nos han hecho duras como los terrones de barbecho congelados en invierno.

Aprendiendo a vivir con cada pedaleada, encontrándonos y perdiéndonos, esa tierra añorada a fuerza de haberla odiado durante años.

Las bicicletas son para el verano... ¡Aquellos veranos! llenos de emocionantes aventuras cuando pequeños, de aventuras menos apasionantes cuando adultos...pero ¡qué libertad la de una bicicleta! pedaleando hasta el infinito en lo mástico y lo místico.

Las escapadas en las que, nos dejábamos la piel llegando exhaustas a casa.

¡El colacao con pompitas! cuantas cosas se nos han ido olvidando por el camino: olores, sensaciones...la ropa de los domingos, atesorada y guardada por las madres como si fuera el tesoro del rey Salomón...

—Tú: mirándola colgada en el armario como algo inalcanzable. Imposible...tus zapatos rojos aquellos preciosos a los que solo tenías acceso en ocasiones especiales.

Los viajes en tren a Madrid con mi padre para visitar a mis tíos, a mis primos...y, yo que le decía: «papá, yo quiero quedarme en Madrid...aquí todos los días son domingo» ...

No podéis imaginar el cambio, venir de un pueblo de Ávila a Madrid, en los años sesentaitantos. Era como un viaje al mundo de las maravillas...ir al cine, al circo, a mi padre le encantaba...¡el circo Price!...

Subir en metro, en tranvía...los Bulevares de Alberto Aguilera... (uno de mis tíos vivía justo al lado del Corte Inglés de Princesa...)

Mi prima María: ¡me cortó las trenzas! cuándo me vio mi padre casi le da un ataque, me lanzó una de esas miradas en las que quedaba de manera implícita, todo lo que pensaba...me salvó la intervención de mi prima.

Era algo parecido a una perversión: cortarse las trenzas.

Tan cariñosa como pija: me dejó con una media melenita...monísima yo...

¡Como es la vida! pasado el tiempo se ha convertido en mi barrio...tantos recuerdos de mi padre, tanto aprendizaje a su lado, ese orgullo que sentía por su niñita mimada...

Se pasó en rectitud, pero de algo estoy segura: del amor que sentía ...

Quizá no supimos o no hicimos muchas demostraciones...pero, ¡como siento su ausencia!... como lo he necesitado en tantos momentos de mi vida...me dejó un vacío incapaz de llenar...cada vez que tengo que enfrentar episodios de la vida que me sobrecogen...pienso en él, le pido presencia, protección y creo que sí...que desde donde quiera que esté, sigue ahí cuidándome...como cuando era una niña y me llevaba cogida de la mano a todas partes...siempre pegada a él...

¡Qué duro crecer! seguir sola, sola, sola...

Otro aventurero...de quién he heredado yo, tantas, tantas cosas, aparte de la apariencia física (calcada) ... mucho de su espíritu vive en mí...—también los arrebatos pasionales— su lealtad, su pasión por la vida y, esa alegría de vivir...pasionales para todo...fuertes (yo, no tanto) cada vez más vulnerable...más sensible...más cursi...

Cuantas enseñanzas integradas a mi vida, de repente en momentos: como llegan esas palabras...frases que oíste una y otra vez —que odiaste— que has integrado en tu vida más por mimetismo que por genética...gestos y valores adquiridos a base de repetición...

¡Flores! ¡mi niñez...mi mundo! de ahí vengo. De ahí, mi ahora...si no fue la mejor niñez, fue la mía; tengo recuerdos imborrables que me acompañan, que me arropan, dan luz a mi vida.

 

“El riesgo más peligroso de todos es el riesgo a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, pensando que tendrás tiempo de hacerlo más tarde”














Comentarios

  1. Y una vez más me has hecho llorar, esta vez de emoción... yo le hubiera añadido una foto de tu padre, pero bueno ya nos enseñaras una en el proximo café.....insuperable una vez más, gracias

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    Respuestas
    1. Gracias a ti, Ana. Siempre tan cariñosa. Ahora incluyo la foto, no la encontraba (tengo muchas, pero quería poner esta). Aquí está...
      Gracias por tus comentarios. Besos.

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  2. Margarita Ramirez: Jo, yo también le echo de menos, era genial, y como a mi me dejaba hacer lo que me apetecía, me acuerdo cuando me dejo el tractor, menuda bronca con los abuelos!


    Consuelo Pérez Gómez: Jajaja..... Q veranos Marga! Q pena d tantas cosas!
    Los abuelos: las historias del abuelo, q risa por Dios! Mi hermano... Los primos... Nuestras aventuras cuando comenzamos a salir.... Tantas y tantas cosas! Tengo q escribir un día: te acuerdas d aquel agosto, castigada sin salir???? Ya lo cuento.... Jajaja

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  3. Patricia Sebastián: Lo he visto x encima y si me ha parecido especial: una vez más te abres a nosotros y son dejas ver tu alma, si eso no es especial...Gracias Consu!!

    Consuelo Pérez Gómez: Yo, es que soy así.....muy abierta....jajaj....(para venir de una tierra de caracteres cerrados a cal y canto.....! (es que de verdad que soy como mi padre)...debemos ser un eslabón perdido gaditano.. que vaya vd. a saber como, cuando y donde nos tocó...
    Ana María Garrido Gil: A mi se me saltan las lagrimas de la emoción...
    Consuelo Pérez Gómez: Gracias Anita: no quieras ver la inundación mía... Cada vez más cursi....

    Patricia Sebastián: ¿Por què dices cursi en vez de auténtica, genuina?

    Consuelo Pérez Gómez: Para provocar q me lo digas tú.... Jajaja( es broma) ... Es q me pongo cursi!

    Patricia Sebastián: Helo, ya leído con la tranquilidad y la paz que merece. Cada día te superas. ¿Cursi? Que va, maravilloso; tienes una sensibilidad increíble, sutil. Yo creo que todos al leerlo le pondremos cara, hablas de tu padre pero todos rememoraremos a los nuestros o a nuestros abuelos, los recuerdos de nuestra infancia.

    Leyéndolo pensaba en Ana María Matute (lee "Paraíso inhabitado) o en Carmen Martín-Gaite. ¡Qué escritora se está perdiendo el mundo! En serio te lo digo.

    Impresionada y conmovida.

    Consuelo Pérez Gómez: YO NO ESCRIBO MAS!!! NO PUEDO LLORAR TANTO!!! Gracias Patricia Sebastián.... No son los elogios los q me conmueven.... Es esa manera tuya tan especial de hacer sentir a las personas q son importantes. He puesto foto de él.. Es q está mañana no la encontraba. Cuida del tuyo, él mío se fue de repente cuándo nadie lo esperaba y...... En fin.

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  4. Gracias a Patricia Sebastián por todo lo que comparte conmigo y por sus recomendaciones literarias. Ella si es una joya. Estoy leyendo: "CAPERUCITA EN MANHATTAN" de Carmen Martín-Gaite....ya quiesiera yo.....(cuándo sea mayor)....jaja

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