FILOSOFANDO AL TRASNOCHE EN SALÓN CON PELUSAS

Filosofando con alevosía y nocturnidad...

¿Recuerdas quién eras antes de que el mundo te dijera quién debes ser?

Alma cándida, sin contaminaciones ni prejuicios, con la paz que da saber que estás haciendo las cosas desde el corazón y no desde las tripas…Eso era.

El tiempo y los acontecimientos te van intoxicando sin que lo percibas.

Nos dejamos llevar por el miedo a las habladurías, por ese estúpido «qué dirán». El «qué dirán» de unos cuantos a los que nada debíamos, que nada nos dieron ni nos darán.

Mas gráfico no puede ser ni describir mejor la situación…

Yo, que me creía a salvo de prejuicios, creo que debo examinarme con detenimiento no me vaya a ir dejando por ahí estados que siguen contaminando mi esencia.

Quiero vivir la vida poco a poco, sorbo a sorbo…que se joda el molestado porque es incapaz de entender la alegría de vivir…amargados por que el vecino la tiene más grande: el coche, la casa, la rubia...mi filosofía de salón, la que me salva de la locura en conversaciones demenciales y placenteras que ofrecen otras perspectivas, distintas formas de visionar el mismo cuadro.

Reniego de la gente resentida, incapaz de entender, de ver más allá de su ombligo…no quiero a nadie tóxico a mi lado, no tengo nada que compartir con gente así... tan expandida como soy…que no intenten atarme. Soy libre, salvaje y macrobiótica... ¡qué me dejen en paz...!

Eres loca cuando no comulgas con lo establecido: pues es que resulta que, el día que se promulgaron según qué leyes, yo, no estaba allí.

Nadie me preguntó si me parecían bien, mal o regular; se establecieron sin el permiso de cualquiera…de nadie…

Por cierto...a aquel/aquella que se le ocurrió, ¿a qué se dedica desde entonces? ¿A inventar más maneras o formas de cómo vivir o morir? ¿Sigue sin preguntar...?

No quiero que veas las cosas como yo: solo quiero que entiendas mi forma de contemplar que mis valores no son los tuyos que, en mi escala de valores quizá no esté ninguno de los que te adornan...que yo no te impongo: no me implantes tus ideas, tus formas, tus maneras, mi mapa no es el tuyo, tu mapa no debería ser —de hecho, no lo es— tu territorio...tu sístole, mi diástole.

Ni blanco, ni negro: rosa, azul, verde...

La importancia de filosofar con pelusas en el salón. Traducción: «si te dedicas más a las pelusas que a filosofar...no te salva ni dios de caer en la vulgaridad...»

Ha tenido que llegar una maga a mi vida, de las que últimamente aparecen sin previo aviso, para que yo pudiera ver, comprender esto.

De no creer...esas noches que te quitan de la anestesia televisiva y que te llevan por mundos solo comparables a inmersiones literarias; acabaré sin brazos, sin cabeza...lloro mucho, a veces noches enteras...necesito clarivirenciar ciertos acontecimientos que están mal colocados y, que, estas conversaciones me ayudan a clasificar... (en ocasiones a sufrirlas, a llorarlas...pero ¿no se curan así los resfriados? ¿expulsando flemas?).

 

Seres de luz, que sin duda me acompañan, me protegen, me dan la vida...

Hay una estrella que está lanzando sobre mi toda su luz...la identifico y sé que ha encontrado a quién a través de ella, transmitirme toda su protección.

Si encontráis con quien (no sirve cualquiera para estas lides) ...es muy recomendable y sano, ayuda a ir soltando lastre. Cada vez más convencida que todo esto es producto de satélites lanzados que habitan en una estrella, desde dónde observan y dirigen mi vida, para que entienda de una vez por todas lo que no supe ver mientras estaban aquí, a mi lado: el significado del amor...las consecuencias de vivir rodeada por él...las consecuencias de vivir sin él...

Quisiera a veces un ratito, unos minutos, poder establecer comunicación (lo hago interiormente) hacer saber a estos seres de luz, que sí, que me llega, que lo recibo, que me inunda...

Al final perdí de nuevo la orientación; este post tenía la intención de hablar sobre prejuicios, sobre como establecemos relaciones con nuestro interior y somos los peores, los más inmisericordes juzgadores de nosotros mismos.

Porqué quiero, porqué sé, porqué puedo... (esto en plural, dedicatoria de mi 5%, que manifiesta su percepción de que lleno su vida y el Senado de glamour).

¿Alguien se atreve a preguntar que me han dejado los Magos?

 

 

Allá por el 445365 antes de Cristo, se crea en Atenas la escuela cínica.  Al margen de las divergencias o acuerdos que pueda suscitar queda clara una cosa: «Si no valgo más, al menos soy distinto».

El hombre llevaba en sí mismo ya los elementos para ser feliz y conquistar su autonomía era de hecho el verdadero bien. De ahí el desprecio a las riquezas y a cualquier forma de preocupación material. El hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz.

Rechazaban la teoría platónica de las ideas, es decir, para los cínicos sólo existe lo que puede ser percibido por los sentidos, y defendieron una ética de la autosuficiencia y la independencia. Propagaron el ideal de la vida natural y el cosmopolitismo (el cínico Diógenes, desterrado de Sinope, fue el primero en afirmar que era ciudadano del mundo) rechazando la existencia del Estado, y afirmando que para el sabio no hay patria, ni leyes, ni familia, ni diferencias de clase.