ESO QUE LLAMAMOS AMOR
«Ya
no quiero vivir sin ti».
A la luz del diario inédito de
Marga G. Roësset, se suicida por amor a Juan Ramón Jiménez; este tardó un día
en abrir el sobre póstumo de Marga.
Un día en leer las 68 páginas
que contenía. Un día en comprender que aquella muchacha de 24 años que se había
alojado un balín entre los parietales lo hizo por un amor incalculable.
Un amor desenfrenado. Por una
colérica admiración a él, a su poeta. «El
diario de Marga», escrito a lápiz, compulsivo a ratos, intenso, doliente,
con la caligrafía desguazada en algún momento, ha permanecido inédito 82 años
hasta la edición que presenta ahora la Fundación José Manuel Lara siguiendo las
pautas de Juan Ramón, que lo conservó dentro de una carpeta amarilla con una
inscripción autógrafa: «Lo de Marga».
Y, dentro, las cuartillas junto a recortes y fotografías de aquella muchacha
descompensada de amor y con un talento al que temprano le madrugó la madrugada.
El «Diario de Marga» obsesionó a Juan Ramón. Entre los encargos principales que le hizo a
mi padre estaba el de recuperarlo y algún día sacarlo a la luz. La muerte de
Marga fue un durísimo golpe para Zenobia y para él. Desde que la conocieron a
la salida de un recital de ópera en Madrid, Marga se convirtió en presencia
constante. Y jamás traspapelaron el recuerdo. Es más, en Juan Ramón siempre
quedó un cierto poso de amargura.
«Ya
no quiero vivir sin ti ... no.… ya no puedo vivir sin ti... tú, como sí puedes
vivir sin mí... debes vivir sin mí (...) Mi amor es infinito!... La muerte
es... infinita... el mar es infinito... la soledad infinita».
Este párrafo es sobrecogedor.
Hasta qué punto describe la desesperación de una persona, incapaz de encontrar
una solución de continuidad. Terrible, la ausencia de motivación para seguir
por una vida que, sea como sea, siempre se vive en soledad.
Nadie, te quiera o no, puede
vivir por ti.
No eliges de quién te enamoras
y poco se puede hacer a ese respecto.
A raíz de conversación con
amiga: «los actos puros que se llevan a cabo por amor» ...
No es mi intención frivolizar
sobre asunto tan importante que, tantos dramas ha ocasionado a través de la
historia. Es mi opinión y mi forma de verlo, no sé si acertada o no, pero, así
lo veo. Sin querer ofender ni herir sensibilidades: no creo que sea un acto de
amor, sino todo lo contrario.
Es un acto puramente egoísta,
cargar a la persona que amas con una responsabilidad que no le corresponde para
el resto de sus días. Nadie tiene que dar cuenta ni responder por los
sentimientos de otra persona. El amor siempre es unilateral, cada quién ama a
cada cual y, nadie pertenece a nadie. No te suicidas por amor, lo haces por
puro egoísmo, y por no haber comprendido lo que significa un acto puro de amor:
«dejar ir».
Mi amiga dice estar de acuerdo
conmigo en que: nadie, pertenece a nadie. Pero, no lo estoy (dice) en cuanto a
los actos puros, me parecen más cosa de dioses, que de humanos...que nos
enamoramos de quien menos lo merece...y, a veces, morimos de amor...o mejor de
no ser correspondidos... (clínicamente probado...de verdad, que no es broma)
...eso dicen las investigaciones hechas sobre el tema...
Ahora que, responsabilizar de
tu muerte a quien no ha podido corresponderte, no me parece lo adecuado, aunque,
creo que a la mayoría de «humanícolas», si nos dejáramos llevar por las tripas
doloridas, optaríamos por la venganza..., pero bueno, para eso está la cabeza
que nos lo impide...
Creo que estamos de acuerdo en
lo esencial: la no pertenencia y la inculpabilidad. Lo de la venganza...pues
mira no.…y, yo, que no soy precisamente de actos «divinos», creo que, el de
«dejar ir» ... es de lo más terrenal. En fin, V…, toda esta filosofía para
dejar claro que a nosotras estás cosas, no nos pasarán jamás: somos mujeres que
dejamos huella... en última instancia, «alguien» morirá de amor por nosotras.
No me acuséis de pretenciosa,
esta última frase es para desdramatizar (difícil) tan terrible historia:
«Mantén
tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra».
Rossana Gutiérrez Ruiz de Castilla: Hay el amor, el amor...como te hace madurar con cada golpe. Helo, cada paso que das te encumbra al altar... (del amor no) de la escritura.
ResponderEliminarGracias Ross, por tus comentarios, por compartir este espacio que es de todas, madurando a base de golpes. Besos.
ResponderEliminar
ResponderEliminarJuan Carlos Lopez: Quién fuera a pensar tanta sabiduría en una chica de pueblo,inteligencia emocional pudiera decirse incluso,ya sabes el dicho, si quieres a alguien déjales marchar, si regresan es porque no encontraron a ningún otro idiota que les quisiera: Keep up the good work..
ResponderEliminarConsuelo Helo Pérez Gómez: Ay! emoción en estado puro me causa este comentario. Si algo me gusta de esta era tecnológica es poder tomar contacto con personas tan importantes para mi, como tú, tan lejos y tan cerca gracias a las Redes. No sabes lo importante que es para mí y lo que significa que te guste lo que escribo. Tengo que plantearme (no es fácil) escribir sobre nuestra infancia en ese pueblo dónde siempre y pese a las circunstancias, estarán nuestras raíces. Se andará. Gracias amor de mis amores. Seguimos "viéndonos" por aquí. Besos. Seguiré con el trabajo, espero que no sea del todo malo...jajaja (tengo que aprender inglés, sin falta...jaj).
Julia: De acuerdo con Ross, cada vez te superas, y de acuerdo contigo, el amor más puro y más incondicional es el de las madres (padres) por sus hijos, y cuando desgraciadamente los sobreviven, siguen viviendo con la certeza de que jamás volverán a ser felices. En cuanto al resto de "amores" creo que siempre hay vestigios de egoismo, aunque sea ético, hasta en el "dejar ir"
ResponderEliminarGracias Julia: incondicional, el de los padres por los hijos, seguro....de los otros...ay! los "otros". Divergencia: si dejas ir...creo que es altruismo, no egoísmo. Besos.
ResponderEliminar