DESGRACIAS, GRACIAS Y DESVENTURAS DEL PRIMER MUNDO

 

Me he levantado con un mareo del quince parabellum

He abierto la lata del café…

Todo en ese momento parecía correcto…

Hasta tropezarme con un regimiento armado de hormigas batallando sobre lo que hubiera podido transformarse en unas apetitosas tostadas…

En la ducha el bote de jabón aparecía ‘lost’, ¡Ni gota!

Sin desayuno, sin espuma en el baño, sin atisbo de energía me he lanzado a la calle.

¡Me ha cagado una paloma! ¡Como si quisiera vengar en mí todo el maltrato que le proporciona un pueblo salvaje!

Me he tropezado en una zanja dando con mis recién estrenados dientes contra un azadón olvidado en ella.

Los graznidos que un imbécil distribuye sin tino provenientes de una ‘desmúsica’ atronadora por toda la ciudad me han levantado una jaqueca irreversible.

Cruzo la gran avenida entre pitidos y arrancadas sin freno mientras me pregunto ¿Todo este personal es consciente de que su vida es una mierda?

Una vida de madrugones, carreras, desesperanza para llegar a ninguna parte…

¡Eso sí! La recompensa: quince días en agosto donde te conviertes en el quincuagésimomilmilloneromiembro de un lugar en el que alguna vez existió un mar, un manto de arena…ya no…el espacio está ocupado por almas tan desocupadas de lo importante que, ha quedado convertido en un estercolero.

No importa —digo para mí— total, dentro de quince días todo esto habrá concluido y de nuevo volveré a mis ejércitos de hormigas, a los pitidos, a los horteras de la música a todo volumen, a mi vida de mierda…

Y es que todo pasado no fue mejor; nada más eso: pasado.

La vida actual es pura entelequia.













 

Comentarios

Cuentos chinos

UN ENANO EN MI PECERA

AQUEL EXTRAÑO VERANO

LA PRESENCIA DE LA SALA 33

DESHISTORIAS DE LOBOS Y CAPERUCITAS

INVISIBILIZACIONES

EN UN HOTEL DE LUZ

EL VIAJE DE CASTO

TRES FLECHAS ROJAS

HACIA EL FONDO