PRETÉRITO INDEFINIDO DEL VERBO AMAR
¡Siempre nos quedará París!
En plena resaca post-sanvalentinesca, había que escribir
sobre este tema el «día después»:
Pretérito perfecto simple (en
la época en la que yo estudié: Pretérito Indefinido). Con lo que, a mí, me ha
costado, desde los tiempos del pan con chocolate, aprender, asumir y digerir
los tiempos verbales, (todavía me sigo liando, veremos cómo salgo de esta).
—Yo, amé: esto, está más que
definido —o no— habría mucha leña que cortar aquí…hasta que comprendí que, la
mejor forma de amor es: «el amor propio», por qué el otro, el amor al prójimo
da para mucho gasto en ibuprofeno y, antes te lo cubría la S.S…pero, desde que
me toca acoquinar a mí, me he dicho que mejor no que, no es bueno para mi salud
—ni para la de mi hígado, el ibuprofeno, le sienta fatal—.
Mucho presumir, pero, no salgo
de un ibuprofeno y estoy metida en un paracetamol.
Es lo que tiene esta edad (la
adolescencia tardía, te juega muy malas pasadas).
En un momento dado pensé que,
había quedado revacunada para los restos…no te puedes confiar…ni en ti misma,
puedes confiar…
¡Qué sobresaltos me he
llevado! (otra vez pretérito, porqué parece que ha hecho efecto el ibuprofeno).
Pregunta existencial, por si
hay algún médico en la sala: ¿hay medicina a tomar, que te libre de los efectos
de un cretino?
No es por ser mal educada,
pero de verdad, este espécimen es, de los que más ácidoacetilsalicílico me hace tragar.
—Tú, amaste: sí, pero no a mí…
—Él, amó: se confundió clara,
clarísimamente…de persona, de lugar, de cosa, de todo. Se confundió así mismo.
—Nosotros, amamos: siempre
amaremos, siempre encontraremos de que, de quién estar enamoradas. No se puede
de otra forma, he llegado a creer que es como el rock. Hay tres o cuatro cosas
imprescindibles para la vida, estas dos, muy importantes…las otras…cada cual
que haga de su capa un sayo.
—Vosotros, amasteis: vosotros
sabréis lo que hicisteis, no soy yo quién para venir a juzgar hechos que ni mi
importan de prójimos que no conozco.
—Ellos, amaron: mal, tarde y
nunca —algunos—¡estos sí que son los indefinidos por antonomasia! los que
pudiendo haber llegado a futuro se quedaron en un pretérito indefinido y pluscuamperfecto:
habrían amado si se hubieran atrevido a hacerlo...pero su falta ¿de qué? Se lo
impidió.
¡Qué pena! mis queridos, ¡queridísimos
todos, pretéritos! ¡Qué futuro tan, tan, emocionante! gracias a que muchos de
vosotros no supisteis conjugar ni los verbos, ni los tiempos.
Para próximas ocasiones pido
test de cociente intelectual: al menos que, sepan distinguir sumas sencillitas,
como esta:
1+1, no puede dar como
resultado 3...
Nos estamos poniendo muy
modernos y, hay cosas en la vida donde no convienen las aglomeraciones.
Si alguno, alguna, estáis por
fortuna en Gerundio, ¡felicitaciones! aprovechad, disfrutad y, de vez en cuando
dad un «repasito» a la conjugación, a fin de no despistarse…
«Se
despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida».
—Mario
Benedetti—
Amar, siempre amar. Mientras el tiempo utilizado no sea el imperativo, conjugaremos (en su acepción: combinar y hacer compatibles dos o más cosas) todo lo posible para amar.
ResponderEliminarTampoco me gusta mucho el condicional. Yo amo sin condiciones. Amo y punto, no puedo evitarlo; me correspondan o no.
Como bien dices 1+1 no puede ser igual a 3. Tampoco puede dar como resultado 1, que lo encuentro frecuentemente. Aunque hace poco leí en un artículo de psicología de un periódico que en el amor siempre participan tres: tú, yo y nosotros.
El amor propio es fundamental. Sin embargo, por educación o por carácter, ¡vete tú a saber!, imposible para mí ponerme antes que el prójimo. Siempre será primero mi familia. Si los demás están bien, yo estoy bien.
Me ha gustado mucho esta entrada del blog: divertida, ingeniosa, profunda, irónica...
Piscis
Difícil utilizar el imperativo, utilizarlo en la práctica me refiero: no se puede obligar a amar. Lo mismo con el condicional: no eliges ni a quién, ni el momento, ni el lugar. En cuánto al punto matemático, el 1 se da con demasiada frecuencia muy a nuestro pesar...y la "trinidad" : tú, yo y nosotros....la primera persona del plural! ay! ay!..da para otra conferencia..jajaj.
ResponderEliminarAmor propio: eso que nos aplicamos de tarde en tarde y que también repartimos entre quienes nos rodean. (Es que estoy un poco cansada, de dar...y de la familia, mejor no hablar en mi caso).
Me alegra saber que te ha gustado, entretenido está el post, como siempre la pretensión es pasar un rato agradable, si en alguno de los casos sirve o lleva a reflexionar, bienvenido sea.
Gracias, Piscis.