POR EL DÍA QUE NO ESPERÁBAMOS
Entre lo onírico y la
realidad, entre el deseo, los sueños incumplidos, a la realización, ¡Pletórica!
Si hoy no es uno de los días
más felices de mi vida, se aproxima bastante.
Orgullosa (creo que por
primera vez en mi vida) de mí misma, de mi comportamiento, de mi manejo de la
situación, con una fuerza interior inconmensurable (la luz que me protege y,
que ya había detectado uno de mis amores).
A veces se puede. Se puede;
por instantes que se convertirán en eternos, rozar el cielo con la mano, una
mano extendida, rozada y acariciada transmisora del éxtasis total.
Ayer entendí de pleno, lo que
significa elegancia, cuándo la hay, —y la carencia de la misma—.
Lo que yo había envidiado
sanamente, pensando que carecía de tal atributo, me dio de pleno en la cara,
haciéndome ver de forma cristalina que puedo, que quiero, que sé, (maestros,
maestras, tengo en el arte, que al fin a base de repetir lecciones ha
conseguido dar sus frutos).
Lección que, como otras muchas
ha entrado a base de dolor, de sudor, de lágrimas de sangre, esas que se
generan en el alma y que matan por dentro.
Mis seres de luz, los que me
acompañan, me guían, siguen cuidando de mí. Presencia absoluta en mi vida,
siguen llevándome de la mano.
¡Qué vanas las
representaciones de poder! cuando no tienen base ni enjundia…terminan
provocando ganancia de prestigio al contrario, al adversario. Hay que saber
medir y sobre todo tener en cuenta los puntos fuertes del «enemigo», por
aquello de pertrecharse al abrigo de fortalezas imposibles de derruir con un
soplido.
Sensaciones y emociones
intensas que me han costado vida, vida, durante demasiado tiempo, perdida en un
sufrimiento vacuo, innecesario (siempre lo es), como si los actos de la vida no
alcanzaran la calidad de tales, sin añadir el componente dramático, sufriendo
sin anestesia, sin que hiciera falta alguna.
Si la falta de ética,
elegancia, dignidad, moral, tuviese olor, se haría imposible la permanencia al
lado de según qué personajes: apestarían.
Mi agotamiento es tan físico
como emocional, pero me levanta el orgullo de comprobar que, soy la persona que
quiero ser, que mi satisfacción viene dada por el bienestar alcanzado a través
de un esfuerzo sin límites, incluido en ese bagaje que todos vamos acumulando
de forma empírica.
He conseguido «amaestrar una cabra (J.L. Cuerda)» muy, muy
importante, que me lastraba que, me hizo en su día, tanto daño, consiguiendo
matar lo mejor que tenía: mi sonrisa.
Exultante: momento de gloria y
plenitud, recuperada mi auténtica esencia, a por el siguiente reto (siempre hay
pendiente uno). Esta vez, con una fuerza nueva, renovada y renovadora, con
miedos enterrados y paz mucha paz.
Reconfortada en las manifestaciones
de cariño de mis amigos: a estos, estas, ¡sí qué los elegí! a cada uno de
ellos, por motivos totalmente antagónicos pero necesarios. Cada uno de ellos arropan
cuando más lo necesitas y te hacen fuerte en la lucha.
Convencida durante años que se
podía vivir la vida sin amor, hoy creo que no, que es lo más valioso a
atesorar, insustituible, nada cura más: hace del trago amargo, dulzura.
¡Ay! la mano que acaricia, que
besa el alma... que cura.
Amanecer con un mensaje
cargado de cariño, no solo ayuda en la contienda, sino que apoya en la batalla.
Han querido matar mi pasado,
mis orígenes, pensando que era inmune y transmutable: craso error, como tantas
veces en la intencionalidad de ciertos actos, se encuentra el antónimo de lo
pretendido. No renuncio ni a mi patria ni
a mis orígenes, ni a mi primavera...lo siento, siento que mi rebeldía cause
daños a personas sin escrúpulos...que se la va a hacer...
Esta noche, hoy y siempre
moriría por mi identidad, identidad que han querido borrar de la faz.
Aquí, como siempre, dando la
batalla...agradeciendo los apoyos...luchando: recibiendo una vez más a Puerta Gayola, esta vez con protección.
Integridad.
«Me
he pasado la mitad de mi vida preocupándome por cosas que nunca me ocurrieron».
—Winston
Churchill—
Entre lo onírico y la
realidad, entre el deseo, los sueños incumplidos, a la realización, ¡Pletórica!
Si hoy no es uno de los días
más felices de mi vida, se aproxima bastante.
Orgullosa (creo que por
primera vez en mi vida) de mí misma, de mi comportamiento, de mi manejo de la
situación, con una fuerza interior inconmensurable (la luz que me protege y,
que ya había detectado uno de mis amores).
A veces se puede. Se puede;
por instantes que se convertirán en eternos, rozar el cielo con la mano, una
mano extendida, rozada y acariciada transmisora del éxtasis total.
Ayer entendí de pleno, lo que
significa elegancia, cuándo la hay, —y la carencia de la misma—.
Lo que yo había envidiado
sanamente, pensando que carecía de tal atributo, me dio de pleno en la cara,
haciéndome ver de forma cristalina que puedo, que quiero, que sé, (maestros,
maestras, tengo en el arte, que al fin a base de repetir lecciones ha
conseguido dar sus frutos).
Lección que, como otras muchas
ha entrado a base de dolor, de sudor, de lágrimas de sangre, esas que se
generan en el alma y que matan por dentro.
Mis seres de luz, los que me
acompañan, me guían, siguen cuidando de mí. Presencia absoluta en mi vida,
siguen llevándome de la mano.
¡Qué vanas las
representaciones de poder! cuando no tienen base ni enjundia…terminan
provocando ganancia de prestigio al contrario, al adversario. Hay que saber
medir y sobre todo tener en cuenta los puntos fuertes del «enemigo», por
aquello de pertrecharse al abrigo de fortalezas imposibles de derruir con un
soplido.
Sensaciones y emociones
intensas que me han costado vida, vida, durante demasiado tiempo, perdida en un
sufrimiento vacuo, innecesario (siempre lo es), como si los actos de la vida no
alcanzaran la calidad de tales, sin añadir el componente dramático, sufriendo
sin anestesia, sin que hiciera falta alguna.
Si la falta de ética,
elegancia, dignidad, moral, tuviese olor, se haría imposible la permanencia al
lado de según qué personajes: apestarían.
Mi agotamiento es tan físico
como emocional, pero me levanta el orgullo de comprobar que, soy la persona que
quiero ser, que mi satisfacción viene dada por el bienestar alcanzado a través
de un esfuerzo sin límites, incluido en ese bagaje que todos vamos acumulando
de forma empírica.
He conseguido «amaestrar una cabra (J.L. Cuerda)» muy, muy
importante, que me lastraba que, me hizo en su día, tanto daño, consiguiendo
matar lo mejor que tenía: mi sonrisa.
Exultante: momento de gloria y
plenitud, recuperada mi auténtica esencia, a por el siguiente reto (siempre hay
pendiente uno). Esta vez, con una fuerza nueva, renovada y renovadora, con
miedos enterrados y paz mucha paz.
Reconfortada en las manifestaciones
de cariño de mis amigos: a estos, estas, ¡sí qué los elegí! a cada uno de
ellos, por motivos totalmente antagónicos pero necesarios. Cada uno de ellos arropan
cuando más lo necesitas y te hacen fuerte en la lucha.
Convencida durante años que se
podía vivir la vida sin amor, hoy creo que no, que es lo más valioso a
atesorar, insustituible, nada cura más: hace del trago amargo, dulzura.
¡Ay! la mano que acaricia, que
besa el alma... que cura.
Amanecer con un mensaje
cargado de cariño, no solo ayuda en la contienda, sino que apoya en la batalla.
Han querido matar mi pasado,
mis orígenes, pensando que era inmune y transmutable: craso error, como tantas
veces en la intencionalidad de ciertos actos, se encuentra el antónimo de lo
pretendido. No renuncio ni a mi patria ni
a mis orígenes, ni a mi primavera...lo siento, siento que mi rebeldía cause
daños a personas sin escrúpulos...que se la va a hacer...
Esta noche, hoy y siempre
moriría por mi identidad, identidad que han querido borrar de la faz.
Aquí, como siempre, dando la
batalla...agradeciendo los apoyos...luchando: recibiendo una vez más a Puerta Gayola, esta vez con protección.
Integridad.
«Me
he pasado la mitad de mi vida preocupándome por cosas que nunca me ocurrieron».
—Winston
Churchill—
Genial vi siempre, enhorabuena por seguir siendo tu misma y no dejar k los demás te pisen o te anulen, cuenta con nosotras sipre k kieras, besos apretaos y un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias Ana, tan cariñosa como siempre, este grupo da mucha fuerza, más de lo que somos capaces de intuir. Besos "apretaos" para ti, que siempre estás ahí.
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