POPULARIDAD
Era mona, a decir de un círculo
que también la ignoraba. Su inteligencia, su brillantez de ideas quedaban a la
sombra de una figura anónima para casi
todos porque siempre, en cualquier sociedad, existe alguien con ojos para ver
más allá de la retina, para enseñar al resto de participantes que no se es
guapo o guapa por la cara, para advertir, en definitiva, lo que significa mirar
y de verdad, ver.
Pasaron los años de infancia, de una cruel adolescencia —todas lo son, con sus variantes— hasta alcanzar los veinte, indicadores de que se va dejando atrás un trayecto que inevitablemente desembocará en un nuevo ciclo.
Sole, en
segundo de biológicas de una universidad privada formando parte de un grupo sin
permanencia, sin presencia, al que nada le unía, como un halo que aparecía de
improviso y desaparecía de la misma forma. Era como una sombra, pasaba por los acontecimientos
sin que su figura dejase rastro.
El sonido de las ondas acuosas
indica el lugar donde un cuerpo acaba de hallar el cobijo que
en tierra nunca encontró…
Fake
newscast:
«Sobre
las ocho horas p.m. del 20 de marzo de 2…se ha rescatado el cuerpo de una mujer
de unos veinte años. A la espera de la autopsia para conocer los datos que
esclarezcan este infausto suceso. Todas las hipótesis abiertas».
Por fin, al fin, Sole, se hizo
visible. Para todos aquellos que habían coincido con ella durante años, su
nombre era un desconocido más de la vida ignorada de Sole; hasta entonces.
Al fin era visible. Al fin
popular.
Y esa popularidad dura un día, puesto que los vivos olvidan pronto.
ResponderEliminarA veces ni veinticuatro horas. ¡Saludos!
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