NADA
«Es
insufrible ver que lloras, y, yo no tengo nada que hacer».
Dedicatoria del libro: «NADA» de Carmen Laforet. Ávila, 5 de
enero de 1989:
«Parafraseando
y cambiando palabras de Miguel Hernández: A una joven herida por la vida, en su
interior lastimada, con las lluvias de Abril y el sol de Mayo un nuevo
sentimiento de amor le ha renacido.
A
mi querida hermana, con mis mejores deseos de que seas feliz y sepas vivir el
momento, de parte de tu…con mucha filosofía no de la vida, sino filosofía del
silencio, del que calla y sucumbe en soledad. Hay dos formas de vida o de
vivir, una es caer en la vulgaridad, la otra es ser tú mismo un ser individualista
pero sociable a la vez, ya que, no está enfrentada la individualidad a la
sociabilidad.
Lejos
queda de ser un tópico aquello de...a mi querida hermana, yo, lo digo porque lo
siento. Es un sentimiento muy gordo o muy grueso.
Aunque
soy el típico ariano que no dejo apreciar lo que siento y un tipo además poco
comunicativo quiero que sepas que eres la persona que más quiero entre otros,
aunque no te escriba a menudo o te llame por teléfono, formas parte de mi vida
y te tengo muy presente.
Más
que una dedicatoria te vas a pensar que es un testamento, esto mismo le decía,
le contaba a Rosa hace un año cuando la decía que más que una carta de amor iba
a parecer un testamento.
Espero
no aburrirte demasiado. Lo que más me gustaría sería poderte regalar otra cosa
con más valor material, pero como sé que a pesar de tu carácter fuerte en el
fondo eres sensible y sentimental, de seguro que este libro será un buen
regalo, yo no lo he leído entero, pero es un libro premiado con el trofeo «Eugenio
Nadal» y eso me supongo que querrá decir algo, aunque no siempre las más
prestigiosas marcas de vaqueros son las mejores.
Por
último, quiero dedicar este libro a esa persona trabajadora y constante que ha
sabido luchar contra la vida y al final ha sabido ganar, a esa persona que
quería cambiar y ha cambiado porqué se lo merece, a esa persona que ha sabido
superar depresiones y baches sin derrumbarse ante la vida adversa, en definitiva,
a mi hermana ...de quién la quiere mucho» ...
L.P.
Cogido a mi piel desde el día
que aterrizaste; siempre te llevo prendido de mí, como un pensamiento mordaz
que, no quiere abandonarme, que acompaña mis andares, mis vivencias, que todo
lo miro a través de esa mirada inteligente tuya, tierna; esa sonrisa que
iluminaba mis momentos más sombríos...que estarás haciendo ahora...cuantos
momentos nos hemos perdido, como nos hemos desperdiciado, cada cual a su manera
en esta maraña que es la vida, sin solución de continuidad...
Te pienso cada día, no hay un
solo día de mi vida que no estés presente en algún acto de ella…en qué mundo te
perdiste, cansado de tanta incomprensión, de tanta estupidez de tanta maldad,
tu alma no está hecha para esta tierra, para esos lobos que son la raza humana,
al acecho...a la espera de lanzar sus garras sobre almas puras como la tuya
...llevándote hacia un vacío que no tengo como llenar...me dueles en lo más
profundo de mi ser, te quiero y no sé qué hacer.
Tan fuerte te parezco...no lo
soy tanto y tantas veces me pueden y me vencen los acontecimientos. Cierto es que
acabo siempre por salir a flote, pero en cada caída me voy dejando la piel.
Como quisiera poder instaurar
un reencuentro perpetuo con lo que fuimos —no con lo vivido que fue cruel y
duro— sino con todos los momentos compartidos, de risa, de esa inteligencia
clarividente tuya, de ese disfrutar con tu ironía sabia...
Te me has perdido en una nube
y no encuentro la manera de recuperarte...
Te debo lo que escribo, todo
el amor del mundo no sería suficiente para recompensarte...
Ha llegado a mí este libro de nuevo,
con una dedicatoria que me inunda, que no puedo releer... (Sé de memoria el
contenido), no puedo asimilar, tanto amor perdido, una vida de derroche, de
honradez y sensibilidad. Nunca tanta inteligencia, lucidez, talento y
honestidad en un espacio contenidos.
«Nunca
es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio...
Uno siempre es lo que es y anda siempre con lo puesto» …
No escogemos lo que queremos y
lo que no queremos, esta es la verdad. A veces queremos lo que queremos, aunque
sepamos que nos matará. No podemos escapar de quienes somos.
Maravilloso relato Consu...Me has emocionado mucho, mucho, mucho...La vida nos enseña muchas cosas, pero sólo el tiempo lo cura todo, todo, todo...o casi todo...Voy a hacer algo...gracias por escribir...besitos apretaitos.
ResponderEliminarAlgún día sentadas con cerveza, café o thé, te contaré de que va esta historia, aquí creo que me he excedido....hay cosas que son para ser relatadas cara a cara....en fin.
ResponderEliminarGracias, siempre estás ahí, con tus comentarios cariñosos, no podría ser de otra forma, viniendo de ti.
Besos apretaos.