TIRAR LA TOALLA
Yo finjo hasta los tiramientos de toalla: me tiro en la toalla a tomar el sol y no desisto hasta que lorenzo se oculta… Finjo tirar la toalla, pero la tengo bien amarrada bajo el muslamen de este cuerpo pez-globo que se ha adosado a mí como si fuera mi hígado o alguna parte esencial de mi existencia…y me digo: «¡No tires la toalla qué ya no se consiguen baratas ni en Portugal!» … y sigo pegada a ella con mi libro y mis deberes escrititorios…y no tiro la toalla por más que el universo se empeñe en hacerme desistir de vivir el sueño de un recuerdo perfecto en bikini sobre un mullido lienzo. Las tres de la tarde y sereno en aquella residencia de señoritas…la guardiana paseaba los pasillos con sus andares de gato, almohadillados, trillados y soñolientos como su propia personalidad en busca de una paja que se moviera para ponerle el punto sobre su ‘i’ correspondiente. Era un sistema carcelario, disimulado, y, muy bien vendido a padres creyentes de la dictadura encubierta reinante