PUERTAS: LOS ALMARIOS CERRADOS


El almario de puertas ventiladas, de puertas abiertas de par en par, oxigenadas a cada paso del minutero, dio cerrojazo a cal y canto después de la última tormenta.

Caminos recorridos en busca del cerrajero mágico que aliviara con su maestría ese rincón y lo dejara cerrado para siempre.

Un almario abierto al mundo hasta el día en que no pudo recibir más inquilinos; un almario generoso, pero tacaño para sí; un almario siempre acogedor se transformó en la antesala del desafecto, cubierto por la capa de hielo bajo la cual yacía un sentir pretérito y ahogado ya, sin pugna por salir.





A las puertas blindadas del almario se acercaron a llamar, pero el frío que se había apoderado del inconmovible almario no escuchó más llamada que la de un corazón sin alma, el suyo, transformado por la gracia del uso y abuso en él causados por seres carentes de generosidad.

 

El alma no tiene corazón…

















Comentarios

  1. Y eso que dicen que quien da recibe. Pero algunos dan hasta quedarse vacíos y vacíos se quedan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quién mucho da a lo que se arriesga es a perderlo todo; por suerte se queda con la mejor parte: la dignidad. Gracias David por tus comentarios, siempre certeros. Saludos!

      Eliminar

Publicar un comentario

Soy toda "oídos". Compartir es vivir.

Cuentos chinos

NI FÚ, NI FÁ...SINO TODO LO CONTRARIO

LA SONRISA QUE LO CAMBIÓ TODO

LA ALAMEDA DE LOS SUEÑOS

LOS ABRIGOS DE ENTRETIEMPO

LA REBELIÓN DE LAS REMOLACHAS. UNA FÁBULA, UN CUENTO CHINO Y UN TONTO MUY TONTO

EL ÉXODO DE LA PALABRA

LA HUIDA

CÍRCULO SUSPENSO

UN CADÁVER EXQUISITO

UNA CANCIÓN PRESUNTUOSA, ASONANTE Y DISCORDANTE